¿Cuándo llegó la primera señal de alarma y supieron que iba a haber complicaciones con el agua?
- Nosotros ya teníamos las alertas que nos iba pasando Defensa Civil de Provincia, sabíamos que iba a caer mucha agua y que venía agua de la provincia de Santa Fe. Entonces el viernes 7 empezamos a alertar a la gente, a avisar que en Colón estaba subiendo y que probablemente también subiría en Rojas. Y luego, cuando empezó a llover tanto, avisamos a la gente que levantaran sus muebles, electrodomésticos y sus cosas valiosas, que separaran la documentación.
- ¿De qué manera actuó el municipio ante esta situación en lo que respecta a los vecinos?
- Entre el sábado y el domingo fue la crecida grande. Nosotros tuvimos una reunión con el grupo Gestión de Riesgo, que involucra a varias áreas del municipio como Defensa Civil, Acción Social, Obras Públicas, la Secretaría Vial, Prensa y Salud. Nos juntamos todos con el intendente Claudio Rossi y empezamos a tomar las decisiones.
Nosotros tenemos un limnígrafo, que es la primera inundación que lo usamos, y vamos midiendo el crecimiento del río cada una hora. El nivel normal del río es entre un metro y 1,50, cuando empezamos a medir ya estaba 1,70 metros. Empezó a crecer mucho, seguimos avisando a la gente que se iba a inundar, algunas comenzaron a autoevacuarse y se habilitó un centro de evacuados en el CIC, donde tuvimos 15 evacuados que ya volvieron a sus casas. El río tuvo un pico máximo de 5 metros 24 centímetros. Ahora bajó aunque no está en su curso normal.
Se hizo una campaña de colecta, con buena respuesta de la gente, de elementos de limpieza para quienes están volviendo a sus casas. Y tuvimos rutas cortadas: la 45, a la altura de puente Ardoy; la 188, a la altura del kilómetro 112, donde está el Club de Pescadores; y la Ruta 31 a la altura del puente de Hunter. Allí hubo custodia la policía vial, móviles de Gendarmería y también colaboró la Policía Rural. Por su parte, la policía comunal hizo monitoreos constantes y recorrió la zona.
- Rojas no tiene problemas serios en el casco urbano, ¿cuáles fueron los barrios más afectados?
- Nosotros tenemos un barrio que se llama Santa Teresa y, a medida que pasan las inundaciones, se va inundando un poco más. Es una punta, sobre el velódromo, y esta vez bajó más agua que las dos veces anteriores. Y la otra zona es el ex hotel Kamao, que ahora allí hay viviendas y es donde más problemas hubo, es la zona del Club de Pescadores.
- ¿Cómo continuaron las actividades una vez que el agua comenzó a bajar?
- Acción Social continúa con la colecta de productos de higiene y de limpieza, que se reparten a la gente que está volviendo a sus casas. El área de Prensa difundió folletería para que la gente tenga en cuenta las cuestiones de higiene básicas en estos casos, Defensa Civil trabajó en las rutas, junto con Bomberos que colaboraron en el incidente que hubo con una mujer que cruzó con su auto y la arrastró el agua.
- Además de asistir a los damnificados, ¿de qué manera los vecinos no afectados por el agua puede colaborar para superar esta situación?
- Se pide mucho a la gente que hace deportes acuáticos que no se acerque al río porque está bajando con mucha correntada, a mucha velocidad, y ya hemos tenido incidentes con gente que se metió con los kayaks y no podían salir. Pedimos que sean prudentes, algunos son muy curiosos y se acercan demasiado al río. De hecho, hubo gente que se metía caminando por el puente de Hunter. Uno piensa que puede avanzar pero lo lleva la correntada; necesitamos que todos los vecinos sean responsables.
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