El Museo Iriarte es un predio ideal para recorrer en vacaciones y durante los fines de semana.
El Museo Iriarte es un predio ideal para recorrer en vacaciones y durante los fines de semana.
MEMORIA DEL CAMPO ARGENTINO

El Museo de Iriarte es una buena opción para una recorrida durante las vacaciones

El principal objetivo de quienes lo regentean es preservar la cultura e historia agrícola-ganadera de la localidad y de la Región.

El Museo Iriarte es una buena opción para disfrutar de un día de vacaciones. El predio que regentea Oscar Marzol fue habilitado al público en 2018 y se encuentra ubicado a dos mil metros de la ruta nacional N° 7, a la altura del kilómetro 351. 

En sus comienzos, en 1988, contaba con un arado de reja, una desmalezadora que se tiraba con caballos a caballo, un rastrillo de púas y otros pocos elementos, pero con esfuerzo y muchas ganas, Marzol -un hombre emprendedor, apasionado por su pueblo y amante de las  maquinarias históricas, terminaron convirtiéndolo en un museo de gran importancia, digno de ser visitado.

La casona principal del Museo iriartense data de fines del siglo XIX, pertenecía a la familia Clareto y fue adquirida por Marzol en 1998. A partir de allí, se iniciaron las remodelaciones y mejoras, la construcción de galpones, casas y otras dependencias, que conforman literalmente un pueblo dentro del propio museo.

Es que predio cuenta con peluquería, pulpería, panadería, imprenta,  sala primeros auxilios, réplicas de fachadas antiguas y otros recintos, un total de más de cinco mil metros cuadrados y casi cinco hectáreas para disfrutar y recorrer.

Están registradas todas las piezas y maquinarias con las que cuenta el Museo de la familia Marzol, una de cuyas integrantes es la reconocida modelo Noelia Marzol, pareja del exjugador de Sarmiento de Junín, Ramiro Arias y el principal objetivo es preservar la cultura e historia agrícola-ganadera de la región.

Debe destacarse que los dueños de estancias de la zona vendieron o donaron piezas, por ejemplo “Don Carlos” aportó un malacate a caballo con bomba de tres cilindros a destiempo y un potro para cura de toros; desde “La Pastoril” de Juan Bautista Alberdi llegaron columnas de hierro para acopiar fardos de pasto, un galpón con altillos de madera y una sierra circular; “El 29 parte de la herrería, una fragua grande y su fuelle; “La Fortuna” entregó una volanta; “El Juncal” de Chacabuco un bañador para hacienda de pedigree; y "La Salada de Ingeniero Balbín (Partido de General Pinto) un molino de viento con paletas de madera para extraer agua.

Quienes llegan al Museo, especialmente los fines de semanas, son atendidos y acompañados por guías, pudiendo recorrer los espacios al aire libre, las diferentes dependencias y observar las distintas maquinarias y elementos de colección.

Entre ellos el Jagüel de Abbott; una chata para 16 caballos de tiro traída desde Tapalqué y capacidad de 150 bolsas, un dog cart de cuatro ruedas, sulkys, aguatero, lechero, carroza fúnebre y otros objetos, más elementos de lo que fue la biblioteca personal  del expresidente de la Nación Arturo Frondizi, que se encontraba en la estancia "La calandría" ubicada en Juan Bautista Alberdi.

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