¿ Por qué defender la Educación Sexual Integral en las Escuelas ?
"En la Provincia de Buenos Aires, el proyecto de ley se encuentra trabado en el Senado, tras un acuerdo entre el gobierno de María Eugenia Vidal y representantes católicos y evangélicos. Uno de los puntos a modificar es el artículo Nº 5, con el fin de integrar a la Educación Sexual Integral (ESI) de manera transversal y a través de espacios curriculares específicos.
Identificar aquellos pañuelos verdes y naranjas atados en distintas mochilas que transitan por la calle es caracterizar una lucha histórica que encuentra en la subjetividad de nuestra época una manera de problematizar los esquemas establecidos y cuestionarlos constantemente. Cada color encuentra representación social distinta en clave de la disputa por la cual se originó, pero ambos comparten una cuestión de fondo en común: la implementación y aplicación de la Educación Sexual Integral (ESI) en todos los establecimientos educativos.
Por un lado, la marea verde junto con el debate sobre la interrupción voluntaria del embarazo, acompañado de las movilizaciones por #NiUnaMenos, han demostrado que proyectos de normas sobre educación sexual, son un reclamo mayoritario y constante en la sociedad argentina, por lo que suma relevancia la necesidad de una Educación Sexual Integral (ESI) para los alumnos y alumnas de todo el país.
Por otra parte, la separación de la Iglesia y el Estado viene a disputar y reflejar el complejo vínculo existente entre las instituciones religiosas de nuestro país y la política. La presencia de la Iglesia católica en los debates públicos y la influencia en el diseño y planteamiento de los materiales de educación pública, con el fin de hegemonizar la construcción de un discurso legítimo y moral, es una de las tantas cuestiones que se intenta disputar desde la simbolización naranja.
¿QUÉ BUSCA LEGISLARSE?
La Ley 26.150 de ESI inscribe la obligatoriedad de enseñanza en los jardines de infantes, escuelas primarias y secundarias del país, sean de gestión estatal o privada. Impulsada por el legislador Guillermo Kane, diputado del Frente de Izquierda (FIT), se aprobó en junio pasado en la Cámara de Diputados y la pautaba como obligatoria, científica, laica y con perspectiva de género en los establecimientos educativos con un espacio curricular propio.
Sin embargo, en la Cámara alta bonaerense se pretende modificarle el artículo 5, el cual permite a las autoridades de las instituciones (principalmente las privadas y religiosas) a cambiar los contenidos o dictarlos según sus convicciones ideológicas.
“El objetivo es que la ESI sea una herramienta en la lucha política que existe en la educación pública de parte de quienes defienden poder ejercer sus derechos y de parte de otros que, desde fuera de ella, pretenden regirla y limitar los contenidos que se pueden llevar adelante”, explicó Kane a Notas.
El proyecto de ley propone la creación de un organismo que incluya, además de a funcionarios de la Dirección General de Cultura y Educación, a sindicatos docentes, centros de estudiantes y organizaciones defensoras de los derechos humanos, de las mujeres y de la diversidad sexual y de género.
En diálogo con este portal, la Directora de Políticas Feministas de la Universidad Nacional de la Plata (UNLP) y referente de Mala Junta – Patria Grande, Diana Broggi, sostuvo que había que trascender el “binarismo que marca la ESI aprobada en 2006, ya que en nuestra sociedad se ha avanzado en la incorporación de identidad de género, y teniendo en cuenta también la existencia de niños y niñas que se manifiestan en disidencia con su identidad homologada a su cuerpo biológico”.
El objetivo general de la ESI es entender a la educación en su perspectiva de derechos partiendo desde aquellas circunstancias de opresión, sujeción y discriminación contra las mujeres y las distintas identidades sexuales, con el fin de desarmar la violencia y las faltas de oportunidades para las minorías excluidas.
Cambia, todo cambia
La manera de enfrentar estas formas de exclusión social parten desde la formación de docentes especializados gratuita y permanentemente por el Estado, además de crear mayores canales de comunicación en términos de educación y salud pública para la toma de decisiones.
“La ESI es una necesidad, no un capricho. Están en aumento los embarazos adolescentes no deseados, las muertes por abortos clandestinos, las enfermedades de transmisión sexual. Tenemos un femicidio cada 30 horas, hay crímenes de violencia contra las minorías sexuales y un relevamiento de la Fundación Huésped plantea que 1 de cada 2 chicos vio situaciones de discriminación y maltrato por la orientación sexual de algún compañero de colegio”, advirtió Guillermo Kane.
Perspectiva de género es entender que las subjetividades actuales están en constante movimiento y que es necesario romper con los tipos de jerarquizaciones y categorías establecidos socialmente. Repensar las aulas, los dispositivos educativos, el uso del lenguaje y los cambios y transformaciones culturales, sociales y políticas que presenta cada uno de los alumnos y alumnas son puntos a tener en cuenta al momento de ejercer la docencia.
“Estamos en una época donde la educación formal como dispositivo pedagógico empieza a crujir cada vez más. Hay que dejar de ser prejuiciosos/as y asumir que las configuraciones identitarias cambian, que se construyen otros valores que son saludables y óptimos”, agregó Diana Broggi acerca de los lineamientos desde los que se pretende encaminar la aplicación de la ley.
Se puede discernir en puntos claves de la ESI por ideología o simplemente por naturaleza. Pero lo que no se puede discutir es la necesidad de una educación sexual integral planteada desde los derechos de los niños y niñas, de la salud pública, ni mirar hacia un costado cuando las transformaciones sociales están en constante movimiento y no son estáticas".
-(#)- Estudiante de Periodismo y Comunicación Social en la Universidad Nacional de La Plata - Fue publicada en"Notas.Periodismo Popular".