La Municipalidad de Lincoln, a través de la Secretaría de Salud y la Dirección de Zoonosis, recordó a los vecinos que, en esta época del año, la mejor forma para evitar la posible proliferación del dengue es eliminar los lugares donde se cría el mosquito.
Por eso, antes que fumigar (acción que incide sobre el mosquito adulto, pero no sobre las larvas), lo recomendable según autoridades sanitarias es renovar frecuentemente el agua de bebederos de mascotas; cortar el césped; mantener patios y terrenos limpios; eliminar todos los recipientes o elementos que puedan acumular agua; y las personas que trabajan o realizan actividad al aire libre, deben extremar cuidados usando siempre repelente.
El dengue es una enfermedad infecciosa transmitida principalmente por la picadura del mosquito Aedes aegypti. Este mosquito tiene hábitos domiciliarios, solo necesita agua acumulada en algún objeto o recipiente para dejar sus huevos y reproducirse. Por eso, la medida más importante de prevención es la eliminación de los criaderos, es decir todos aquellos recipientes que acumulen agua.
“El 90% de la prevención contra el dengue se logra con el descacharreo de elementos que puedan acumular agua y la limpieza de patios, porque de este modo se evita la proliferación de un mosquito que habita en domicilios y lugares donde están constantemente las personas”, afirmó el director de Zoonosis, Fernando Casado.
Y explicó: “El Aedes aegypti no vuela más de 50 metros, por cual si en una manzana todos los vecinos descacharrean sus hogares es más factible que el mosquito del dengue no tenga condiciones para llegar a esa zona”.
Recomendaciones:
-Eliminar todos los posibles criaderos de mosquitos: esto es, quitar todos los elementos o recipientes que contengan agua limpia, quieta y con luz natural tales como latas, floreros, barriles o tanques, llantas descartadas, entre otros. Si los envases no pueden ser desechados porque son de uso diario, se debe evitar que se acumule agua dándolos vuelta o vaciándolos permanentemente.
-Colocar mosquiteros en las ventanas y puertas de las viviendas.
-Usar repelente sobre la piel expuesta y sobre la ropa con aplicaciones cada tres horas.
-Utilizar espirales o tabletas repelentes en los domicilios.
-Cambiar el agua de plantas acuáticas y bebederos de animales cada 3 a 5 días para que las larvas no lleguen a ser mosquitos.
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