Marianela Pacheco nació en Lincoln, pero a los 18 años se radicó en Entre Ríos para cursar bioingeniería en la Facultad de Ingeniería (FIUNER) en Oro Verde, a 10 kilómetros de Paraná.Así, logró graduarse en el 2017 y comenzó su vínculo con la Fundación Centro de Medicina Nuclear y Molecular de Entre Ríos (Cemener) donde realizó su Práctica Profesional Supervisada (PPS), la primera que se hizo entre la Facultad y el Cemener. También allí hizo su proyecto final.
Luego de recibirse, ingresó a la Fundación como becaria en el área de Procesos y Procedimientos tras la cual quedó de forma permanente. Desde junio de este año es Gerenta General del Cemener.
“Desde muy chica tuve la idea de seguir estudiando algo relacionado con las ciencias biológicas, ya me gustaba. De hecho, siempre pensé en seguir medicina, pero bueno, después en el camino me fui dando cuenta que me gustaba mucho la parte numérica y así fue un poco como terminé llegando a la carrera de bioingeniería, que es como un mix entre las dos cosas”, expresó Marianela en diálogo con Democracia.
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“Estudié en Oro Verde, Entre Ríos porque en el momento en que yo me fui a estudiar, la carrera de manera pública no estaba en ningún lado más cercano que ahí. Estaba en Capital Federal, pero en una universidad privada y la universidad de Entre Ríos, es la primera en Latinoamérica en dictar esta carrera. Entonces, le tenía un prestigio mayor y por eso terminé inclinando por venirme para acá”, agregó.
En ese sentido, contó que al principio fue a conocer el lugar y como le gustó mucho el ambiente, su gente y el buen trato se convenció. “Es una ciudad chica porque la facultad está al lado de Paraná, en un pueblo que se llama Oro Verde y que está a 10 kilómetros de la ciudad cabecera”, explicó Pacheco.
La carrera de Bioingeniería
Respecto a la carrera, Mariela reveló que fundamentalmente es una ingeniería solo que está abocada a las ciencias biológicas y a la resolución de problemáticas relacionadas a esa materia. “Es una carrera que tiene un mix de distintas orientaciones. Si bien tenemos una fuerte base de ingeniería, también tenemos una parte de todo lo relacionado a programación e informática, a toda la parte electrónica y a su vez eso con una fuerte base biológica”, aseguró.
“Después uno como profesional se puede especializar en diferentes áreas. La más conocida es la que tiene que ver con la parte de mantenimiento o reparación de equipos médicos. Es como el rol más conocido, pero después también hay muchos bioingenieros que se dedican a la venta de equipamiento y toda la parte más comercial. También hay otra rama que está más abocada a toda la parte de regulación”, destacó.
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Así, Marianela afirmó que se orientó a la rama que está asociada más a la gestión y que es la que se está empezando a desarrollar en la actualidad. Por eso, su rol de Gerente General en la Fundación Cemener.
“La Fundación también está ubicada en Oro Verde. Se creó en 2015 y empezó a funcionar en 2016, mientras que yo estaba transcurriendo mis últimos años en la universidad. Así, a raíz de un convenio entre la Facultad y la Fundación es que fui a hacer mis prácticas profesionales. Después hice mi proyecto final de la carrera de bioingeniería y a raíz de eso entré y obtuve una beca de la Fundación en toda la parte de procesos y procedimientos”, contó Pacheco y añadió que al principio quedó como empleada, en la parte administrativa, haciendo como anexo entre los distintos servicios médicos y después estuvo como responsable operativo hasta junio de este año, donde fue designada gerente general.
La Fundación Cemener
La Fundación Cemener nació en 2015 de la articulación de tres instituciones públicas: el Gobierno de Entre Ríos cedió los terrenos para la construcción del Centro, cuya obra civil estuvo a cargo del Instituto de Obras Sociales de la Provincia de Entre Ríos (IOSPER), mientras que la Comisión Nacional de Energía Atómica aportó los equipamientos médicos y tecnológicos para su puesta en funcionamiento.
Así, la Fundación hizo pie en tres aspectos principales como servicios: diagnóstico, tratamiento y docencia e investigación. Entre sus múltiples prestaciones se cuentan tomografías PET (por emisión de positrones) y SPECT (por emisión de fotón único), resonancias y ecografías. Entre los tratamientos se destacan la quimioterapia, radioterapia externa, radiocirugía (practicada en muy pocos lugares del país) y braquiterapia de alta tasa, entre otros.
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“La fundación vino a marcar una diferencia en la región por su alto nivel tecnológico y permitió que hoy se puedan resolver acá un montón de prestaciones que antes tenían que derivarse fuera de la provincia. Incluso recibimos pacientes de otras provincias y países como Paraguay y Bolivia. Además, el lugar es muy tranquilo”, valoró Marianela.
Al respecto, reveló que está muy contenta con el nuevo rol porque es una institución de mucho prestigio en la Región y a nivel nacional. “Hay prestaciones que se realizan en este lugar por la tecnología avanzada en cuanto a equipamiento. Si bien se atiende en cualquier tipo de paciente, la mayor parte son oncológicos, y la Fundación Cemener tiene como objeto esas dos patas, y una tercera que está abocada a toda la parte de docencia e investigación”, aseguró y agregó “tiene un fuerte rol social también, como contribución a toda la Región en cuanto a crecimiento profesional y brindar una oportunidad más para desarrollarse”.
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