De larga militancia radical, abogado, ex apicultor, carpintero y empleado en un negocio familiar, Salvador Serenal es desde 2015 intendente de Lincoln (reeligió en 2019). El pasado domingo la mayoría de los votantes linqueños le dieron los votos necesarios para ir por un tercer mandato.
Tras un encuentro con su par local, Pablo Petrecca, concedió esta entrevista a TeleJunín en la que hizo su lectura sobre el resultado de las PASO y –especialmente- sobre el fenómeno que protagonizó Javier Milei.
- ¿Cómo se desarrolló la elección en Lincoln?
- Fue un día excelente. El vecino fue a votar, los fiscales generales, de mesas… todos los actores que hacen parte de ese domingo tan especial y de fiesta de elección estuvieron presentes, más aún cuando cumplimos 40 años de democracia y es importante fortalecerla. Fue tranquilo, con la mayor normalidad.
- ¿Y cómo se desarrolló la votación en términos de votos?
- En la interna de Juntos por el Cambio nuestra lista tuvo un triunfo sobre la que representaba a Patricia Bullrich (n. del R.: con Alejandro Sarobe) y del otro lado, Unión por la Patria tuvo su interna en la que el ex intendente condenado por corrupción y asociación ilícita (n. del r.: Jorge Fernández), por muy poco margen le ganó a su oponente.
- Un candidato condenado… pero se pudo presentar igual.
- Sí, porque todavía la sentencia no está firme. Y creo que va a llegar por los tiempos para octubre. El pronunciamiento definitivo se dará entre 6 y 8 meses y después estoy totalmente convencido que va a quedar confirmada la sentencia de primera instancia y ahí ya va a estar detenido.
- Algo debería cambiar en este aspecto, ¿no cree?
- Y… la ley de ficha limpia, que cuesta tanto trabajarla en el Senado y en Diputados. Creo que todos nos tenemos que comprometer porque cualquier país serio del mundo, una persona cuando ya está en este caso condenado automáticamente no tendría que presentarse.
- ¿Ante la mínima sospecha debería ser así?
- Sí, sí. Tal cual. En un procedimiento como se dio este, garantizando todo el debido proceso de defensa en juicio, coincido totalmente en que no tendría que presentarse porque es una cuestión de ejemplos. ¿Qué ejemplos le estamos dando a la sociedad? Y creo que eso es lo que hoy está pasando con este fenómeno Milei.
- ¿Cómo sería esto?
- Hay que hacer autocrítica. La gente está cansada, no cree en el político, no cree en la dirigencia política porque años tras años le mintió, no solucionó los problemas de la gente y entonces aparecen estos fenómenos que hacen temblar a todos.
- Una postura que arrastró a mucho voto joven también...
- Tal cual y lo que hizo eso el fenómeno es arrastrar en todos los distritos a candidatos que no eran conocidos o no conocían el distrito o no conocían ni las localidades del distrito. Hubo un arrastre muy importante de cada uno de esos candidatos que se presentaron en ciertos lugares.
- Acá en Junín fue uno de esos casos…
- Y pasó en todos lados. En Lincoln tuvo un caudal de votos que jamás hubiese pensado el candidato, porque tampoco recorrió y ni repartió la boleta, literalmente. Así que es un fenómeno. Creo que los especialistas, los sociólogos, tienen algo para estudiar ahí de ese fenómeno.
- Esto también implica un desafío para Juntos, ¿no debió ser un cambio que debió protagonizar su espacio?
- Totalmente de acuerdo: es una cachetada que le pega a Juntos con razón. Los intendentes les fuimos manifestando tanto a Horacio y a Patricia lo que veíamos nosotros. Esto viendo el diario del lunes, ¿no?, pero con la conciencia tranquila porque se las fuimos marcando los intendentes. No era la forma, no era lo que la sociedad quiere. La sociedad quiere que discutamos políticas para implementarlas después en una futura gestión de gobierno, no de pelearse entre ellos.
Eso no lo comparto, tuve la oportunidad de decírselo a ambos y la estrategia de Juntos no fue buena y la gente le pegó un cachetazo. Ahora nos hace rever esa situación, hacer autocríticas y ver cómo salimos en estos dos meses para que la sociedad crea que y esté convencida de que Juntos por el Cambio es el que tiene plataforma de gobierno, tiene equipo, tiene hombres y mujeres, tiene gobernadores, intendentes, concejales, consejeros escolares, diputados, senadores, a lo largo y a lo ancho del país. Es un espacio que puede gobernar. Pero tenemos que convencer a nuestro electorado.
- ¿Tener tantos meses de campaña es positivo o tiene que haber algún cambio?
- Tiene que haber un cambio, una reforma política en ese sentido. Nosotros cada dos años tenemos elecciones, así que trabajamos un año tranquilo y ya tenemos otro año pensando en la elección. Hay que modificarlo para que nuestras energías las ocupamos en transformar la realidad y generarle oportunidades al vecino. Aparte es muy costoso. Implica una erogación muy grande de dinero.
- Está claro que no son los únicos cambios que está demandando el votante del domingo…
- Efectivamente. Hay otras tantas que discutir con consenso sobre la mesa como la presión impositiva, la reforma judicial, la reforma laboral en defensa -que debe seguir en defensa del trabajador, pero también preservando a los que quieren invertir y generar fuentes de trabajo y producción-, la reforma educativa… La educación es pésima en Argentina y en la provincia de Buenos Aires. Y no estamos debatiendo esos temas. No estamos debatiendo los temas de seguridad. Es grave la situación y si no estamos a la altura de las circunstancias los dirigentes políticos es obvio que la sociedad deja de creer.
- La experiencia de candidatos disruptivos también se dio en otros países de Latinoamérica, pero sus resultados no han sido los mejores…
- Tal cual. No comparto la forma. Los dos extremos son malos y acá en Argentina estamos acostumbrados a ir de un extremo al otro. A nunca buscar el diálogo, el consenso y el término medio para sacar la Argentina delante. Yo estoy convencido de que lo que propone Milei es catastrófico para la Argentina. Como del otro lado lo es el Kirchnerismo. La sociedad está inmersa en ese péndulo que va de un lado para otro y es una lástima porque corre riesgo el país teniendo todo.
Doy un ejemplo que lo vengo diciendo de la visita desde la visita del embajador irlandés Gerard McCoy a Lincoln el 19 de julio. Irlanda vivió hambrunas, guerra civil, divisiones… Es un país que no tiene la riqueza de la Argentina. Le pregunto mano a mano al embajador cómo hizo Irlanda para que hoy sea el país que es y me responde: “Dos cosas hicimos. Primero, buscamos consenso. Nos dimos cuenta que si no consensuamos no sacamos el país adelante. La otra fue invertir en educación”. Esas dos cosas hicieron de Irlanda en 50 años uno de los mejores países del primer mundo para vivir.
- ¿Cuál va a ser la estrategia de campaña de acá a las generales?
- Seguir como lo venimos haciendo: trabajando para mostrarle a la gente con hechos y no con palabras. Porque ahí está el otro rol: van, prometen, no cumplen y entramos todos en la bolsa. Dejan de creer de todo. La mejor forma de devolverle la confianza al electorado no son palabras sino hechos. En Lincoln en estos casi ocho años hemos demostrado a la sociedad, a las instituciones intermedia, a todos los actores que con hechos se puede construir.
- ¿Va a haber alguna reunión regional?
- Seguro. Con Pablo (Petrecca) venimos hablando; con Víctor Aiola (intendente de Chacabuco) venimos hablando; con (el intendente de General Viamonte) Franco Flexas venimos hablando, con Erica Revilla (ex intendente de General Arenales), que hizo una muy buena elección, venimos hablando, así que seguramente la vamos a tener. Hay que replantear cuál es la estrategia.
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