Siembra de Teff en Lincoln
AGRICULTURA INNOVADORA

Sembraron en Lincoln la semilla más pequeña del mundo

Tiene el tamaño de un grano de arena y se posiciona en el mercado como una nueva alternativa a la producción de harina sin gluten con altos valores nutricionales.

Se trata del cereal “Teff”, es una semilla ancestral de origen Etíope, que es muy completa a nivel nutricional, su aporte de vitaminas, minerales y proteínas lo convierte en uno de los alimentos funcionales más importantes a nivel mundial, libre de gluten y apto para satisfacer necesidades concretas del organismo humano.

A través del proyecto “Kwëzi” creado por dos entusiastas en 2016, sigue a paso firme por suelos linqueños: “esto comenzó con el sueño de transformar nuestro negocio agrícola tradicional, en una empresa elaboradora de alimentos saludables e innovadores, bajo la premisa; suelo sano, más alimentos sanos, es igual a personas sanas”.

El proyecto está integrado por dos socios principales, David Kiesewetter, un economista egresado de la Universidad de Zúrich y Carina Margaría, la cual se desempeña en el área de las finanzas como contadora pública, es especialista en agronegocios y alimentos. También es productora agropecuaria a cargo de la gestión productiva del grupo “La Cecilia” desde 1998 en una pequeña localidad llamada Bermudez, a unos 50 km de Lincoln.

Margaría tiene una amplia experiencia en el desarrollo de proyectos de comercio exterior y exportación de especialidades, desde 2005 exportan maíces especiales -de colores- al mercado suizo bajo contrato, y a Japón desde 2015. El objetivo planteado por ella es darle valor agregado a los productos primarios.

Ambos eligen cultivar mediante agroecología, cereales ancestrales con increíbles propiedades nutricionales, con un proceso cuidadoso y sustentable, ocupándose de la salud del suelo como pilar principal. Por ello, cultivan el cereal “Teff” y además producen sorgo blanco, un grano poco expandido en la cocina local. Este cereal sin gluten, con gran aporte de fibra y vitaminas, es ideal para consumirlo en formato de grano o transformado en harina integral. También para ampliar la paleta de productos eligieron sumar otro cereal muy nutritivo, el arroz yamaní integral, producido en el Litoral argentino.

A raíz de seguir con la innovación, la empresa incursionó en el camino de los snacks saludables: “hemos lanzado nuestro primer snack; el “Sorgo ‘pop’ integral”, son simples granos de sorgo popeados con aire caliente que se pueden consumir al natural, incorporandolo a ensaladas, yogures o adicionando a sabores de preferencia” afirmaron.

En una entrevista con Democracia, Carina Margaría, contó cómo comenzó el proyecto y cómo surgió la idea de sembrar una semilla que tiene el tamaño de un grano de arena, la cual cuenta con altos valores nutricionales: “comenzamos en el 2016 con la idea de hacer algo en el campo que sea distinto y que tenga que ver con la producción de alimentos, con poder llevar el campo a la mesa directamente sin ningún tipo de intermediarios y darle un nombre y apellido a los cultivos que salían del campo; por cuestiones laborales tuve la posibilidad de viajar a ferias comerciales fuera del país y ver cómo interactúan los cereales con la mesa y ví que había un auge de harinas alternativas que me parecían muy interesantes, semillas que tenían que ver con cultivos ancestrales y que contenían un gran aporte de nutrientes; me pareció interesante el hecho de poder llevar, no solo alimentos, sinó que sumen y que nutran”.

“Dentro de ese combo de alimentos, apareció el Teff sobre la mesa, me pareció un cereal muy completo que en Argentina no se estaba cultivando, entonces se me ocurrió armar una producción local y con esta idea fue que avanzamos con la investigación para ver dónde podíamos conseguir semillas, cómo podíamos hacer para traerla y hacer las pruebas en Lincoln donde tenemos el campo”, contó Margaría.

En la misma línea contó: “hicimos pruebas para ver cómo funcionaba en la zona y una vez que nos dimos cuenta que el cultivo prosperaba y que podíamos lograr algo positivo, empezamos a pensar que íbamos a hacer con esto; mientras estaba el cultivo desarrollándose pensábamos cómo darle forma a este emprendimiento que iba a tener que ver con el cultivo por un lado, con una metodología que no veníamos utilizando que era agroecológica, la intención era no utilizar ningún tipo de agroquímicos; y por el otro lado, queríamos brindar alimentos que lleguen a la mesa de un modo inocuo, sin ningún tipo de alerta para el que lo consume, porque hoy el consumidor está bastante más atento a todo lo que tiene que ver con lo que consume y la información que recibe acerca de los alimentos”.

El Teff es uno de los alimentos más completos y rico en nutrientes en la rama de los cereales, en cuanto a esto, Carina Margaría detalló: “abarca diversidad de nutrientes que normalmente uno tienen que buscarlos por separado, es uno de los pocos cereales que contiene vitamina C, los ocho aminoácidos esenciales, tiene carbohidratos que son de absorción lenta, muy beneficiosos para quienes practican deporte o para quienes tienen diabetes porque hace que no suba rápido el azúcar en sangre; tiene un montón beneficios. 

“El formato para que la gente lo pueda utilizar en su casa es mediante harina, en nuestro emprendimiento desarrollamos algunas premezclas para hacerle más fácil la utilización en casa; el producto se consigue en dietéticas, salimos del campo y lo hacemos llegar a la mesa”, afirmó.

En cuanto a las características que tiene la semilla detalló: “la primer tanda las trajimos de Estados Unidos, después vamos haciendo semilla propia, producimos para lo que vamos a cultivar al año siguiente, cada tanto tratamos de ir renovando porque es una semilla muy rudimentaria, no tiene tecnología aplicada atrás y se va degenerando con el tiempo, por eso tratamos de recuperar la pureza con semilla nueva”.

“Se siembra como una pastura, utilizamos el mismo cajón ‘alfalfero’, la siembra es en verano, con lo cual, lo arrancamos a fines de noviembre o principios de diciembre; no puede tener temperaturas que sea bajas, a partir de los 20° de temperatura de suelo podemos sembrar; requiere buen agua de arranque para que pueda germinar la semilla, por suerte germinan muy rápido. Jugamos mucho con el pronóstico y con los radares para poder sembrar y después, el cultivo no necesita ningún tipo de tratamiento en el medio para poder seguir desarrollándose bien, y la cosecha normalmente es de 100 a 120 días, es decir, en marzo o abril estamos arrancando la cosecha en Bermudez” y siguió: “es la semilla más pequeña del mundo, son 3 mil semillas por gramo, es casi un grano de arena, por eso es muy dificultosa la cosecha porque se pierde semilla por todos lados, por eso hay que regular bien la máquina, bajamos todo en bolsones y después los llevamos al INTI en la ciudad de 9 de Julio donde se hace todo el proceso de limpieza, clasificación y molienda; con el rastrojo que queda lo utilizamos para ganadería”, sintetizó. 

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