El músico linqueño Julian Barneix presentó la primera parte de su nuevo disco “Para mí la muerte es color naranja”, la cual tendrá una segunda edición en diciembre.
Julián contó a Democracia, cómo fueron sus comienzos en la música, los detalles de su nuevo álbum y afirmó: “todo el tiempo me da vértigo, pero te mandas y hay que hacerlo por gusto, sin ningún otro objetivo más que el de hacer buena música”.
-¿Cómo fue tu primer acercamiento con la música?
-Tenía ocho años y escuché a The Beatles por primera vez gracias a mi profesora de inglés. Me empezó a generar curiosidad y después empecé a tocar una guitarra que había en casa y nunca se usó. Empecé a tocar porque me gustaba, en ese momento era muy fanático de ACDC, después me compré una guitarra eléctrica y tomé clases en Lincoln, hice un poco de conservatorio pero basicamente, fui buscando por internet y probando a partir de las clases. Cuando terminé el secundario me vine a Capital Federal y empecé a estudiar en la “EMC” Escuela de Música Contemporánea.
-¿Qué estilo de música te gusta hacer?
-A mí me gusta más la música popular, hoy estoy experimentando con sintetizadores, metiendome mas en la producción, buscando nuevos audios, y compongo un poco más desde ahí, más que desde la guitarra, como suele ser en el folk.
-¿Cuándo comenzaste a publicar tus canciones?
-Lo primero que publiqué fue un tema en YouTube cuando tenía 16 años, luego hice un álbum corto en 2017 cuando recién había terminado el secundario y eso fue lo primero que publiqué, pero nunca me gustó porque soy bastante crítico y a veces me mato con la crítica. Aparte de ese, mi primer álbum fue a los 18 años y como me había quedado con esa sensación fea de la primera publicación, me sirvió para ver cómo hacer las cosas bien y en 2019 dije voy a grabar un álbum y ahí puse todo, una producción mucho más grande, una organización de mucho laburo que llevó meses de búsqueda sonora y todo ese trabajo que está muy bueno y salió el primer álbum.
-En cuanto a tu nuevo álbum, ¿por qué eligiste ese nombre?
-Con respecto a lo lírico va por el lado del budismo, del existencialismo, de lo absurdo, un poco de ironía, pero a la vez ninguna de esas, porque está todo manchado de lo que somos nosotros los de occidente que es otra forma de ver las cosas, no se me ocurría nada que me gustara y dije voy a buscar cosas que me parecen, que me imagino, para tener palabras de guía y anoté esa frase. Para mí la muerte es color naranja y dije va esta, me gustó como sonaba y es como una opinión, me pareció gracioso y lo del color, sí me pedís que le ponga un color a la muerte, es el naranja. Es un álbum medio conceptual, se toca en los mismos temas, desde las letras y la música. Hay una misma idea de poca armonía, todo más simple, pocos acordes y como que la atención esté puesta en la producción, que suene todo medio de juguete con ruidos y cosas esotéricas, pero que a la vez siga siendo pop y que sean canciones de autor. La idea es usar esas palabras cotidianas, palabras que todos usamos de vez en cuando, no poner palabras raras, a mí eso no me gusta, es como que no termina de llegar y siento que genera una distancia. Busqué la forma que esas palabras cotidianas puedan combinarlas para que suenen interesantes, esa fue la pauta.
-¿Quienes te ayudaron en el armado del disco?
-Hay un equipazo detrás, para mí eso es lo más importante, sin ellos no hubiese podido hacerlo. El productor es Alejandro Moffardin, que tocó el bajo en el disco anterior y ahora está empezando a producir oficialmente, Cherno Rojkin en el mix y el masterizado a cargo de Nacho De La Riega.
-¿Cuándo presentas la segunda parte del álbum?
-Mi idea es generar una atmósfera alrededor, para lo que a mí me parece que es el disco y el otro saldrá en diciembre, van a ser cuatro temas y los voy a sacar todos separados y al final, voy a subir los cuatro temas dentro del álbum con la tapa que obviamente no salió. ¿Dónde te pueden escuchar? Esto nuevo y lo anterior está todo en las plataformas digitales, en Spotify, YouTube y hasta en tik tok.
-¿Qué mensaje le darías a ese músico que no se anima a publicar música?
-A mí todo el tiempo me da vértigo, pero te mandas y hay que hacerlo por gusto, sin ningún otro objetivo más que el de hacer buena música. Yo creo que después las cosas van llegando y se planifican a cinco o diez años por lo menos, para qué dé sus frutos.
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