Lincoln no tuvo ningún caso desde el inicio de la pandemia, ¿a qué lo atribuye?
-Creo que esto responde a varios factores. Un poco de suerte, pero a la suerte hay que acompañarla. Si no se hubieran tomado medidas en conjunto con la sociedad e instituciones intermedias, no habríamos llegado a tener esta situación. Nosotros hicimos un operativo cerrojo en el Distrito, fuimos unos de los primeros municipios que llevamos adelante esa medida. Tenemos un control estricto de ingreso y egreso, en ciudad cabecera y localidades. La gente ha acompañado, nos reunimos desde Salud con viajantes, comisionistas, camioneros, quienes viajan al Mercado Central, se les explicó la situación, se les dio a entender cómo deben manejarse.
Estamos preparando el sistema para volver a pedir los permisos. Es un complemento del permiso nacional.
-¿Cuándo vuelven a pedir los permisos municipales?
-Gracias a la resolución que pudimos revertir, se decreta la nulidad de lo dictado por el Juez Plou. Nosotros estamos preparando el sistema para volver a pedir los permisos a partir de la semana que viene. Es un complemento del permiso nacional sobre los esenciales. Nosotros tenemos el control epidemiológico y controlamos que el esencial sea realmente esencial. Ocurrió que el permiso nacional lo sacaron personas que no eran esenciales. El permiso local nos permite controlar eso. Fue una resolución errónea del juez Plou, desde el principio lo dije, y quedó reflejado en la Cámara Federal de La Plata.
-La pandemia les permitió robustecer el sistema de salud en Lincoln.
-Sí, en el primer mes de la cuarentena todos los distritos tuvimos que invertir. En Lincoln se invirtieron alrededor de 27 millones de pesos. Estamos preparados no solo en insumos sino con recursos humanos, que tuvieron que prepararse para la pandemia. Infectólogos que contratamos también cambiaron la forma de limpieza del hospital y eso va a quedar para siempre. Armamos un hospital de campaña, adquirimos respiradores, tubos de oxígeno y material de primera. Estamos preparados para lo peor, y lo peor todavía no pasó. A nivel nacional se está dando el pico, la provincia de Buenos Aires está complicada, hay distritos complicados. Nos puede tocar en cualquier momento, es la realidad.
-¿Qué repercusión tuvo la entrega de las tarjetas para adquirir productos de producción local?
-Las repercusiones son muy buenas en todos los sectores, no solo en los empleados municipales, sino también en productores y comerciantes. Nosotros veíamos que teníamos que buscar equilibrio entre la salud y lo económico y una de las ideas era inyectar dinero en los empleados municipales, no a las personas de planta política. Se van a inyectar seis millones de pesos para consumir dentro del distrito de Lincoln, para la compra de productos que se elaboran acá: chacinados, quesos, panificados, carnes, indumentaria, lácteos, entre muchos otros que se hacen en Lincoln. Buscamos la reactivación de esos sectores, es un año especial y todos la estamos pasando mal. Ya hay muchos adheridos de Lincoln y localidades y se van sumando día tras día. Vengo recorriendo supermercados, almacenes de barrio, y se van adhiriendo muy bien y están contentos con esta iniciativa.
-Lincoln continúa con las obras en el Distrito.
-En los primeros cuatro años pudimos equilibrar a Lincoln en lo económico y financiero, estábamos muy mal cuando asumimos. Hoy podemos decir que logramos invertir en salud, implementar el programa de compra local con la tarjeta y estamos haciendo obras con el fondo educativo, otras con fondos nuestros, cordón cuneta, pavimento; estamos con el Hogar de Día, un proyecto muy interesante del área de Discapacidad, que tendrá su casa propia y estamos próximos a la inauguración. También avanzamos con luminaria en las localidades, trabajamos continuamente. Quizás no como en un año normal porque la pandemia nos cambió el panorama pero sí intentamos encontrar el equilibrio.
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