Cada vez falta menos para el Carnaval de Lincoln y los participantes trabajan duro para terminar justo a tiempo. Si bien cada uno de ellos tiene su historia personal, tres cosas que tienen en común: saben mejor que nadie manejar la ironía, los meses de verano son sus preferidos y, desde chicos, no recuerdan haber pasado las vacaciones sin festejar el carnaval.
Parte del folclore es empezar a prepararse con varios meses de anticipación pero, cuando falta poco para el gran día, aceleran el trabajo y permanecen largas horas en el taller. Quienes se ocupan de que las noches sean perfectas para el espectador, dejan de lado el trabajo de rutina, las actividades que hacen durante el año, y el interés pasa de lleno por la fiesta que define a la ciudad
Las atracciones mecánicas, al igual que las carrozas, las comparsas, las batucadas y las máscaras, forman parte del evento de nueve noches. Se trata de autos que desfilan por la pasarela con normalidad y de repente, a través de una maniobra, hacen cosas disparatadas que llaman la atención de la gente: se desarman en dos y tres partes cada una con chofer y movilidad propia, bailan sobre las ruedas traseras, hacen movimientos de fuelle, “Willy” invertido, se abalanzan, dan vueltas carnero, saltan como ranas, vuelcan y vuelven al estado normal, hacen trompos, llevan muñecos encima, se despliegan como un “Transformer” y todo lo que se imaginen los responsables de esta atracción.
“La Troupe de los Autos Locos”
La tradición nació en el Carnaval de Lincoln del año 1975, de la mano de Julio Bernini y su socio Juan Carlos De Palma. Ambos trabajaban en un taller mecánico y el primer vehículo víctima de las “maniobras locas” fue una Estanciera. Le cortaron el techo, la trompa, la cola y empezaron a probar distintos movimientos. Claudio Bernini, uno de los hijos de Julio, tenía un año y medio cuando empezó a acompañar a su padre y hoy lidera“La Troupe de los Autos Locos”. “Toda mi vida pasé los veranos arriba de los autos, no conozco un verano sin carnaval. Mi viejo murió en el 2005 pero nos dejó una gran enseñanza y un gran capital para seguir desarrollando, seguimos con las ideas y con las cosas nuevas, mis hijos ya debutaron como choferes y tienen entusiasmo por estas locuras”, dice Bernini a Democracia. Este año “La Troupe de los Autos Locos” va a participar las nueve noches con seis vehículos de una flota de 17. La temática que eligieron es “el circo” y avanzan a contrarreloj en los últimos detalles de chapa y pintura.
Las medidas de seguridad para participar con las “atracciones mecánicas” son rigurosas: todos los choferes tienen carnet de conducir, no pueden consumir alcohol, cada auto lleva matafuegos, cortacorrientes y tienen sus frenos estrictamente verificados. Incluso, al momento de definir cuántas personas van en cada vehículo a la hora del show, se tiene en cuenta a una que esté atenta a los movimientos de los espectadores en zona. Estos autos circulan entre la gente, por lo que la seguridad es indispensable. Además, los organizadores se ocupan de garantizar la disponibilidad de espacio, ya que una “camioneta loca” no puede ponerse en 90º si hay chicos a corta distancia.
“Mecánica loca”
La “Mecánica loca” participa en el carnaval desde hace 40 años, y hoy continúa como la herencia de familia. En 1977, el tío de José Topa, actual miembro del equipo, se presentó con una carretilla a la que le puso un motor y el nombre “El Vasco de la carretilla”, una parodia a la historia del caminante. Ellos tienen hoy unos doce autos y “Robocop” fue la última creación.
“Somos veinte personas que trabajamos ahora en la ‘Mecánica Loca’ y este año por primera vez presentamos una Carroza de Reina, es muy diferente a todas. Además, vamos a participar con seis autos y un carro con acrobacias, nos presentamos con ocho motivos en total. Nos preparamos desde hace dos meses, pero ahora estamos con esto entre doce y trece horas por día”, indica José Topa.
Durante el año, “Mecánica Loca” –como así también “La Troupe de los Autos Locos”- asiste a desfiles institucionales, exposiciones rurales, casamientos y cumpleaños de 15 que se llevan a cabo tanto en Lincoln, como en la región y en otros puntos del país.
“Autos Maniáticos”
“Autos Maniáticos” es el grupo que lideran Gastón Zárate y Sergio Ferrero. En 2013 fue la primera participación en el Carnaval con este nombre pero ambos ya habían formado parte. “De chico trabajé con “Los Autos Locos”, estuve con ellos unos 30 años y después armamos otro grupo. Mi papá me llevaba con Don Julio cuando yo tenía siete años, y siempre esperaba a que llegara el verano; después empecé por mi cuenta y me asocié con Sergio que tenía otra atracción e hicimos esto”, cuenta Gastón Zárate a este diario.
Este año “Autos Maniáticos” eligió la temática de Halloween y la sorpresa es que se presentan con tres motivos nuevos, nunca antes vistos. “Llevamos un Citroen que hace ‘willy’ inverso y gira, otro cortito que representa una calabaza y hace trompos; tenemos un mate camioneta, que vamos a ponerle un antifaz, y tenemos dos escorpiones: uno grande que camina solo y uno chiquito que hace giros adentro de unos anillos”, anticipa Zárate.
Además, Gastón Zárate cuenta que muchas noches se quedan hasta tarde, compran la carne para hacer el asado y que son muchos los amigos que los acompañan “en esta locura”.
Estas atracciones, junto a las carrozas, máscaras, comparsas y batucadas, forman parte de la identidad de una ciudad que no concibe su historia sin el Carnaval.
LINCOLN
Atracciones mecánicas y piruetas sobre ruedas en el Carnaval
A partir del 11 de febrero, Lincoln comienza a celebrar el evento que distingue a la ciudad, los miembros de “La Troupe de los Autos Locos”, “Mecánica Loca” y “Autos Maniáticos” ajustantuercas y detalles de pintura para brillar durante las nueve noches más divertidas
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