Por primera vez en su carrera, la cantante oriunda de O´Higgins Mariana Mazú estuvo presente en la ceremonia donde se entregan los premios del Latin Grammy 2024. La misma se llevó a cabo en Miami el pasado jueves 14 de noviembre. Allí, la artista fue como nominada en la categoría “Mejor álbum de tango” por su trabajo “¿Y el fin del amor?”.
“Quiero agradecer a toda la gente de Chacabuco y O'Higgins que me mandaron un montón de mensajes y me apoyaron por todas las redes sociales. Todos estaban muy unidos acompañándome”, declaró Mariana en diálogo con Democracia y agregó: “No ganamos, pero tampoco perdimos, porque estuve compartiendo estos días con un montón de artistas que admiro y fui muy feliz. Fue todo muy impresionante y realmente de lo más imponente que me pasó en este camino de la música”.
En ese sentido, Mazú resaltó: “Este es un camino que recién empieza. Luego de la partida de mi papá, a quienes muchos conocen, mi vocación infinita, que él me transmitió, volvió a florecer. Y creo que esa brújula me está llevando por lugares muy buenos”.
Cabe destacar que los Latin Grammy 2024, la versión latina de los Premios Grammy otorgados por la Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación, reconocen la excelencia artística y técnica de la música grabada mediante votaciones entre pares para producciones musicales cantadas en español, portugués o en lenguas, dialectos o expresiones idiomáticas reconocidas en Iberoamérica. A la gala asistieron artistas de renombre como Nathy Peluso, Bizarrap, Trueno, Emilia Mernes, María Becerra, Carlos Vives, entre otros.
El álbum de Mariana compitió contra “El Cantor De Tangos”, de Guillermo Fernández Featuring Cristian Zárate; “Tangos Cruzados”, de Franco Luciani, Fabrizio Mocata; “El Apiazolado”, de Diego Schissi Quinteto; y “Ya está en el aire”, de Ullmann Cuarteto.
“Mi segundo álbum '¿Y el fin del amor?' está nominado a los Latin Grammy 2024. Demasiado para procesar. No creo poder expresarme bien hoy. Solo quiero decirles que es un álbum muy trabajado, pensado, amado y es un laburazo de años y de compromiso de un montón de gente que está en mi corazón y que saben que les agradezco por siempre”, expresó Mariana apenas fue dada a conocer la noticia. Y agregó: “Me alegra enormemente que se haya notado todo esto a la hora de que haya sido elegido para formar parte de los discos nominados. Realmente más que un sueño. Gracias. Felicito a los compañeros y compañeras nominados y nominadas y a todos los discos postulados que son increíbles y lo he dicho muchas veces. Esto es un camino de encuentros, así que seguimos caminando”.
Mariana viajó a Miami, lugar donde se realizó la gala de los premios, junto a su hijo Joaquín “Rulo” Canji, quien también se dedica a la música.
Su historia
Mariana Mazú es licenciada en psicología, psicoanalista y cantante. Hija de padre cantor, Osvaldo Mazú, se crió en O´Higgins dentro de un hogar lleno de música, con una fuerte impronta del tango y las visitas del reconocido bandoneonista y cantor Rubén Juárez, quien era amigo de su papá.
Durante la niñez, y de un modo lúdico, comenzó a cantar sus primeros tangos y canciones en su casa junto a familiares y amigos. Así, las fiestas familiares eran las mejores oportunidades para mostrar su talento y disfrutar de la música.
A los 16 años recibió una Mención Especial por su participación en la categoría Canto en el marco de los Torneos Juveniles Bonaerenses, donde los músicos Sandra Mihanovich y Adrián Otero fueron jurados.
Luego, a los 17, se mudó a Buenos Aires para estudiar la carrera de Psicología en la Universidad de Buenos Aires y seguir cantando. Sin embargo, la maternidad temprana hizo que se alejara de los escenarios por un tiempo para abocarse a la familia, los estudios y a sostener el hogar.
Una vez recibida de psicóloga en la UBA y de haber ingresado a trabajar en el sistema de salud, tuvo la sensación de haber llegado a una meta. Pero algo quedaba pendiente.
En 2013, conoció en el notable bar El Faro de Villa Urquiza a CucuzaCastiello, quien la animó a cantar. Y a partir de ese reencuentro con la música, sintió que había llegado el momento de darle al canto un espacio profesional en su vida.
Así, estudió con Noelia Moncada, Alejandro Guyot y Nora Faiman. Desde aquel momento en que comenzó a profesionalizar su vocación por el canto, diversos acontecimientos la llevaron a alternar sus días entre presentaciones en vivo y su trabajo como psicóloga.
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