Cristian junto a toda su familia.
Cristian junto a toda su familia.
INCLUSIÓN

Es de Chacabuco y busca que la enseñanza de lengua de señas sea obligatoria en Educación

Micaela Fonseca se recibió de acompañante terapéutico y su tesis de graduación se basó en la historia de su hermano hipoacúsico. Junto a su familia presentó un proyecto para garantizar la inclusión real de todas las personas en la ciudad.

En el mundo hay aproximadamente 70 millones de personas sordas que usan la lengua de señas. Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, en Argentina la discapacidad auditiva representa el 18% de las discapacidades existentes. Dentro de ese porcentaje, el 13,4% son las personas sordas mientras que el 86,6% tiene algún tipo de discapacidad auditiva. Además, en nuestro país, algunas provincias cuentan con escuelas de sordos tanto en establecimientos públicos como privados. 

Estos datos son los que utilizó Micaela Fonseca para realizar el marco teórico de lo que fue su tesis de graduación para convertirse en acompañante terapéutico en el Instituto Paulo Freire, la cual fue aprobada con un 10. “Lo que me motivó a investigar sobre este tema es la historia de mi hermano menor Cristian, que es hipoacúsico. Él fue implantado a los 7 años de vida y fue un camino muy largo”, relató Micaela que es oriunda de la ciudad de Chacabuco y agregó: “Cuando descubrimos que no podía oír comenzamos con muchos estudios para poder pedir los audífonos, los cuales no dieron resultados positivos. En ese momento, tuvimos que comenzar con una nueva etapa para ver la posibilidad de que sea implantado coclearmente. Esto nos llevó como familia a entrar en un nuevo lenguaje totalmente desconocido para nosotros”. 

En ese sentido, Fonseca relató que fue un camino muy difícil y largo que requirió muchos estudios y autorizaciones. Cristian nació siendo un niño oyente, pero tenía una cardiopatía congénita por la que debió ser operado a los 9 días de su nacimiento. Esto provocó, durante la cirugía, varios paros cardíacos que devinieron en secuelas. Con el tiempo descubrieron que Cris no oía. 

“En ese momento, junto a mi madre comenzamos un curso de Lengua de Señas Argentina (LSA) para poder tener una mejor comunicación con mi hermano. Fue en ese entonces que descubrimos que en Chacabuco hay varias personas que por diferentes motivos no oyen”, mencionó y explicó que tuvieron que enfrentar muchas situaciones de discriminación, una educación limitada y muchas puertas que se le cerraron. Pero no bajaron los brazos, se unieron como familia y decidieron presentar en el Honorable Concejo Deliberante de Chacabuco un proyecto de ley para la incorporación en la ciudad de LSA de manera obligatoria y en todos los niveles educativos de forma gratuita. El mismo, además, prevé la capacitación obligatoria para todos los docentes en actividad. “Este paso es necesario para garantizar una inclusión real en materia educativa ya que permitirá eliminar las barreras de comunicación ysocialización que existen para las personas con discapacidad auditiva, creando así una sociedad más integrada e inclusiva”, remarcó Micaela y agregó: “Creo que, con la aprobación de la Ley de LSA que fue aprobada en el senado de la Nación el 13 de abril del 2023, debería ser obligatoria como materia para los próximos años en todas las escuelas públicas ya que la reconoce como una lengua natural y originaria que forma parte de la identidad lingüística y de la herencia cultural de las personas sordas”. 

Hoy Cristian tiene 11 años y está por finalizar la escuela primaria en una escuela pública de Chacabuco. “Como familia, enterarnos de su hipoacusia fue muy duro, pero después con el tiempo nos enriqueció y nos hizo desarrollar nuevas destrezas. Nos sentimos bien cuando adquirimos la habilidad de comunicarnos tanto con mi hermano como con otras personas que padecen lo mismo y estuvimos en varias ocasiones cantando el himno argentino en LSA acá, en Chacabuco”, expresó Fonseca y continuó: “Al no saber LSA, las personas no saben cómo comunicarse cuando se encuentran con alguien hipoacúsico y eso provoca una barrera muy grande”. 

En cuanto al proyecto de ley para la ciudad, Micaela mencionó que con la gestión pasada no tuvieron respuestas y espera que con el cambio de autoridades sea tenido en cuenta.

“Ojalá que la ley que fue aprobada este año a nivel nacional pueda permitir la inclusión plena. Es decir, darles las mismas oportunidades a esas personas que sufren de ese diagnóstico”, expresó y concluyó: “Para poder incluir a una persona con alguna discapacidad auditiva, si no conocemos LSA, debemos hablarle de frente y tranquilo, con oraciones no tan largas, cosas precisas, y poder facilitarles otros medios de comunicación, principalmente visuales, como carteles, signos o un celular para poder comunicar lo que quiere decir por mensaje”.

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