Emanuel Ezequiel Ponce tiene 27 años y desde hace ocho administra “El Palenque”, un restaurante ubicado en la localidad de Cucha Cucha, partido de Chacabuco, que solo abre los sábados a la noche y domingos al mediodía. Así, con un “estilo peña”, el objetivo del lugar es brindar un servicio gastronómico abundante combinado con shows musicales.
“El restaurante, en realidad, se inició en el 2015 aproximadamente con una pizzería que se llamaba “Mamma Mía” y que solo abría los fines de semana. Eso durante el verano funcionó muy bien, pero ya en el invierno no se vendía mucho”, contó Emanuel y agregó: “Entonces, decidimos una vez al mes armar “peñas”; y eso funcionaba, venían familias completas y se llenaba”.
Así, Ponce relató que el negocio fue pensado junto a su familia para tener una entrada más mientras él estudiaba el profesorado de educación física. “Estudiaba todos los días de la semana, era bastante independiente y no quería generarles gastos a mis viejos. Entonces decidimos abrir una pizzería en el terreno que teníamos frente a mi casa”, contó y explicó que en un principio ese lugar iba a ser destinado a una quinta. “Ellos me dieron todo su apoyo desde el principio, pero la iniciativa era mía, y de a poco fuimos mutando hasta convertir lo que hoy es “El Palenque”, que es un negocio totalmente familiar”.
Luego de tener la pizzería, el espacio se transformó en un restaurante tipo tenedor libre y su capacidad era para 60 personas. Trabajaron todo un año así y lograron agrandar a 100 personas. “Después de la pandemia cambiamos la modalidad, nos quitó un poco de variedad y ahora llevamos todo a la mesa. Trabajamos únicamente los fines de semana, abrimos los sábados a la noche y los domingos al mediodía”, mencionó y agregó: “En el lugar trabaja toda mi familia. Mi mamá Gabriela y mi tía en la cocina; mi viejo Ricardo ayuda a los asadores; y en la atención al público estoy yo, mi novia Karen, que en este momento está embarazada de nuestro primer hijo Bastian, y mi tío”. Pero aclaró que, durante la semana, todos sostienen sus propios trabajos. Así, Emanuel es profesor de educación física y sus padres tienen una despensa frente al restaurante.
Al respecto, Emanuel sostuvo que trabajan con reservas previas porque tienen mucha demanda y que apuestan a los grupos de amigos y familias para que el lugar se llene.
“Como abrimos únicamente los fines de semana, la comida es toda fresca y de esa manera no generamos gastos extras. Nos manejamos con un menú fijo que es muy abundante y siempre es cena show”.
En cuanto al nombre, Ponce contó que surgió de casualidad, porque cuando abrieron el restaurante tipo peña en el quincho de su mamá había un cartel que decía “El Palenque” y decidieron dejarlo. “Aprovechamos el cartel digamos”, reveló entre risas y agregó: “El lugar es súper familiar y trabajamos con gente de toda la zona, nuestro público apunta a grupos de Chacabuco y todo el distrito”.
La pandemia
Durante la pandemia, muchos restaurantes de campo de la Región aumentaron su capacidad por brindar los servicios al aire libre y porque la gente comenzó a buscar pequeñas escapadas. En “El Palenque” no ocurrió lo mismo. Por cuestiones familiares, decidieron no trabajar durante ese periodo. “Como todo es familiar, decidimos no abrir. Mi abuela, en ese momento, estaba muy enferma y quisimos cuidarla. No era adecuado”, afirmó y contó: “Luego se calmó todo, mi abuela falleció y después de unos meses volvimos a abrir las puertas”.
Así, en cuanto a su público, mencionó que “el boca a boca” es lo que mejor les funciona y que aún les falta explotar las redes sociales. “Trabajamos con mucha gente de Chacabuco, porque prácticamente somos como un barrio alejado de esa ciudad; pero también nos visitan de la zona, como Chivilcoy, O´Higgins y Carmen de Areco”, sostuvo y aseguró que “nos destacamos más por lo que es la comida y por el ambiente familiar. Nos manejamos de una manera distinta a los demás, nuestro espíritu es resaltar el estilo “peña”. Por ahí, hay clientes que vienen a comer y se van enseguida, pero nosotros apuntamos a los que se quieren quedar y disfrutar de toda la velada con los distintos shows”.
Por último, en cuanto al futuro, Emanuel reconoció que le gustaría agrandar el lugar para poder darle más espacio a la parte del show y que la gente pueda bailar con más comodidad. “En el verano no tenemos problema porque abrimos al aire libre, pero en el interior necesitamos más lugar para que todos puedan disfrutar”, cerró.
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