Florencia Blaiotta, psicóloga oriunda de O´Higgins.
CUANDO SE ELIGE MIGRAR

“Los adolescentes atraviesan un montón de emociones en el proceso de desarraigo”

Afirmó Florencia Blaiotta, psicóloga oriunda de O´Higgins, que lleva adelante un programa de acompañamiento para estudiantes que deciden dejar su lugar de origen y migrar a las grandes ciudades para formarse. Así, trabaja sobre la frustración, las presiones familiares y la idealización del nuevo destino.

Florencia Blaiotta nació en O´Higgins, pero está radicada en Capital Federal. Es Psicóloga y hace cinco años creó junto a su compañera Valentina Galeazzi, Alondra, un espacio de orientación para los adolescentes que terminan el secundario y deben elegir su camino a seguir. Así, su enfoque apunta principalmente a acompañar en el desarraigo a los chicos y chicas del interior que deciden migrar a las grandes ciudades.

“Hace cinco años estaba en la Fundación de River como voluntaria y Valen, que es mi socia también. Ella estaba llevando adelante distintos talleres. Y cuando llegó mi momento, siempre en mi carta de presentación aparece que soy del interior, porque para mí es bastante esencial y me constituye. Empiezo a hablar ycuando cuento eso, ella me dice que también, porque es de Trenque Lauquen”, mencionó Florencia y agregó “inmediatamente tenemos esta teoría de que a la gente del interior hay algo que nos une. Entonces empiezo a hablar en la entrevista, se suma y empezamos a compartir un vínculo y talleres. Una vez que terminamos, me fui y me llama por teléfono para proponerme empezar a hacer algo juntas”. 

Los inicios

Así comenzó Alondra un espacio de conexión y de honestidad con uno mismo, donde los adolescentes pueden trabajar, bajo distintos formatos, su orientación vocacional y su desapego con su lugar de origen. “Las dos trabajábamos con esa franja etaria y ambas habíamos migrado. Lo esencial para nosotras es conocernos para tomar decisiones. El concepto básico es el autoconocimiento”, explicó Blaiotta y mencionó que empezaron a pensar en distintos formatos o qué cosas podían ofrecer. Allí, surgió brindar un espacio individual y grupal de orientación vocacional no tradicional para chicos del interior y de Capital Federal, donde se trabajan distintos temas como el desarraigo, el duelo de dejar el colegio, la adaptación al nuevo espacio, la reorientación, pero también donde se va construyendo parte de su identidad y donde se habla mucho del propósito de sus vidas. “En los encuentros trabajamos no solo la carrera o el proyecto, sino ese duelo por migrar que sabemos que tiene etapas. Esto es un proceso integral. No creemos que podemos ofrecer la carrera a seguir, sino que cada uno debe hacer el proceso de conocerse para que llegar uno mismo a esa decisión”, comentó y aclaró que el espacio es bastante distinto de la orientación vocacional tradicional donde se mezclan diferentes técnicas y herramientas, y donde también, muchas veces participan los padres e instituciones educativas. 

Migrar a la ciudad

“Creemos que es importante incluir a los papás y a las mamás, porque hay toda una preparación para la familia en ese último año y la posterior migración. Hay un trabajo introspectivo para ellos para poder acompañar, entender y ponerse en el lugar de sus hijos”, sostuvo Florencia y contó que los talleres se brindan de forma online o presencial y que tienen una duración de seis encuentros con duración de una hora y media aproximadamente. Además, viajan al interior de la provincia de Buenos Aires para realizarlos en distintas escuelas e instituciones, como los llevados a cabo en O´Higgins, Trenque Lauquen, Los Toldos, Pehuajó y Tandil. 

En ese sentido, la profesional afirmó que “Los chicos atraviesan un montón de emociones en ese proceso de desarraigo, no siempre es igual, pero hay algunos que están súper ilusionados y, a veces, hasta idealizada esa migración”, y agregó “entonces intentamos mostrarles las dos caras, que tiene sus partes buenísimas y otras que hay que revisar. No malas, porque cada uno lo vive diferente, pero es un desafío para los chicos”. 

Por otro lado, explicó que junto a su compañera creían que los adolescentes sabían más sobre las distintas ofertas educativas a raíz de la abundante información que circula, pero justamente ese es el problema. “Por ahí es tanta que hace que se pierdan a la hora de buscar las carreras o los papás vienen con las inquietudes de las carreras nuevas. Quizá están súper comunicados, pero no saben cómo llegar a esa información”. 

En ese aspecto, remarcó que en sus talleres las palabras que más aparecen son miedo, incertidumbre y muchas veces presión de los padres o la sociedad de estudiar algo para toda la vida. “Trabajamos mucho ese “para toda la vida”, porque genera miedo y muchas veces angustia”, resaltó la psicóloga y mencionó que el fracaso aparece un montón también porque no saben qué puede pasar si no se adaptan a la ciudad o a la carrera que eligieron.

Momento ideal

Por último, en cuanto a la época del año recomendada para realizar este tipo de talleres, Florencia afirmó que “Por lo general, esta es la época donde tenemos más demanda y siempre recomendamos el inicio del año o luego de las vacaciones de invierno porque después llegan las inscripciones y se necesita un tiempo para procesar la información”. 

Además, resaltó que “En la orientación ponemos sugerencias, no es que llegamos a una carrera, entonces tienen que terminar de tomar la decisión por su cuenta. Se necesita un tiempo ahí para decantar la información”.