Cuando era adolescente, Luis Marcelo Paoli se dedicó a coleccionar todo tipo de cosas: latas, estampillas, monedas. Intercambiaba con sus amigos y conocidos de Chacabuco.
Era un hobby que estaba en auge en la década de los ´90. Pero con el tiempo, empezó a darse cuenta que su pasión por buscar latas de colección crecía cada vez más y a medida que pasaban los años, su stock aumentaba significativamente.
Fue así, como Luis se fue “profesionalizando” en la temática hasta que decidió centrarse en un producto determinado. “Coleccionaba todo tipo de cosas, pero en un momento me empecé a especializar en latas. Y es todo un mundo nuevo. Hay coleccionistas de cervezas, gaseosas, latas de aluminio o chapa. Estamos divididos según el rubro, porque uno se inclina por lo que más le gusta”, expresó Luis y aseguró que “yo me incliné por set completos de latas de chapa de cervezas, jugos o gaseosas de Sudamérica”.
Al respecto, Paoli señaló que las compras que realiza son para coleccionar, pero también para vender a otros coleccionistas.“Los que estamos en esto, a veces vemos la oportunidad. Entonces, aprovecho y compro lo que me parece que puede tener salida. Aunque no sea de mi colección, sé que hay otra persona que las puede necesitar”, explicó y señaló que “tengo mis propios clientes por todo el mundo. Entonces, las compro, hago la separación, luego las publico y las vendo. Hago envíos a todo el mundo y con esa plata mantengo mi propia colección que es bastante cara. Es decir, voy haciendo una cadena”.
En ese sentido, Luis comentó que gracias al coleccionismo logró conocer gente de todo el mundo. Hoy en día, vive en comunicación permanente con personas de Estados Unidos, Japón, Alemania y Paraguay que tienen su misma pasión.
Su historia con el Ruso Rodríguez
Hace dos años, Paoli buscaba latas en Internet hasta que encontró una publicación en Mercado Libre que le interesó. “Era una colección terrible y cuando logré concretar la compra me entero que pertenecía al Ruso Rodríguez, el arquero de fútbol”, contó orgulloso y resaltó que “rápidamente me puse en contacto con su mamá y le compré todo. Tenías muchas cosas de valor y me sirvieron un montón”.
Coleccionar, una forma de invertir
Si bien comenzó como un hobby, con el paso del tiempo Luis se fue dando cuenta del negocio que existía detrás del coleccionismo. En ese sentido, vio una gran oportunidad para canalizar su pasión, pero también para invertir su dinero. “Tomo al coleccionismo como una inversión. Si el día de mañana le pasa algo a alguno de mis hijos, sé que pongo en venta mis latas y las vendo rápidamente. Por eso, no es plata tirada. Las latas no son basura para mí”, aseguró y contó que llegó a tener más de 50 mil latas. “Hoy tengo 10 mil aproximadamente y las guardo en cajas en una casa que heredé de mi abuela. Pero mi idea es exhibirlas. Me gustaría armar un museo en Chacabuco”.
Por otro lado, mencionó que hace poco viajó a La Rural de Palermo para presenciar la exposición mundial de Coca Cola. Una feria donde coleccionistas de todo el mundo expusieron sus más valiosas piezas de la marca y donde también se manejan números de ventas exorbitantes. “Para alguien que no conoce, los precios pueden resultar raros, pero para el coleccionista tiene un valor distinto. Se manejan otros valores”, aclaró y aseguró que “hay sets que se venden a 1200 dólares, los precios son así. Para nosotros están bastantes imposibles”.
Por último, Luis contó que forma parte de COLCER, la Asociación Argentina de Coleccionismo e Intercambio Cervecero donde todos los meses se paga una cuota y desde donde se organizan encuentros mundiales. Eso le permite estar en contacto directo con otros coleccionistas y poder mantener su afición.
“En Chacabuco soy el único que se dedica a esto y en la Región conozco solo a un chico de Junín que colecciona botellas de cerveza”, expresó orgulloso y remarcó que, durante el día, “estoy continuamente mirando todo en Internet para no desaprovechar las oportunidades. Me ha pasado que perdí muchas cosas, pero otras donde gané bastante”.
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