Víctor Aiola, intendente de Chacabuco.
INTENDENTE DE CHACABUCO

Víctor Aiola: "Hay que cambiar el rumbo, porque el país va directo al abismo"

El intendente de Chacabuco habló con Democracia sobre los principales temas de la agenda política local y provincial. Además, se refirió a la relación actual con el Frente de Todos y aseguró que su partido, la UCR, está en buena posición para gobernar en Provincia y Nación, a partir de 2023. "En los momentos complicados, la gente siempre mira al radicalismo", afirmó.

El intendente de Chacabuco, Víctor Aiola, dialogó en exclusiva con Democracia, sobre varios de los temas que ocupan a la agenda actual de la política, tanto a nivel municipal como provincial y nacional.

En un contexto de preocupación de los jefes comunales por la realidad económica adversa, que empieza a golpear las puertas de los municipios, el alcalde radical no vaciló a la hora de afirmar que la crisis actual obedece a "falta de políticas claras del gobierno nacional".

Además, se refirió a la proyección de la coalición opositora Juntos hacia las elecciones de 2023 y a la tensa relación que mantiene el oficialismo local con los representantes del Frente de Todos.

-Como dirigente político, que en este momento tiene la responsabilidad de administrar su municipio, ¿qué reflexión le merece el contexto actual tanto a nivel local como provincial y nacional? 

-La situación del país es preocupante. Recientemente, el Indec dio a conocer las últimas cifras de pobreza, pero es una foto de hace seis meses. Con el nivel de inflación que tenemos, seguramente los números han empeorado en el último medio año.

Hay 17 millones de argentinos por debajo de la línea de pobreza. Si a eso se le sumamos la inflación, la falta de un plan económico y las escasas expectativas de la gente, el panorama es desalentador.

Mientras tanto, tenemos a un Presidente (Alberto Fernández) muy debilitado y preocupado por resolver los problemas internos de su espacio (el Frente de Todos).

En ese contexto, los intendentes tenemos que llevar adelante todos los días nuestros municipios, lo cual es bastante complejo. Son situaciones difíciles, porque si bien venimos salimos de dos años duros de pandemia de Covid-19, empezamos a encontrarnos con una realidad más complicada aún. Pero seguimos trabajando y confiando siempre en hacer lo mejor para nuestros territorios.

-¿Cómo cree que influyen los conflictos al interior del oficialismo en Provincia y Nación en los gobiernos municipales?

-Todo se ve afectado, porque la falta de políticas claras es un problema transversal a todas las gestiones. En nuestro caso, desde el Foro de Intendentes Radicales estamos pidiendo que la Provincia desembolse las obligaciones que tiene con los municipios. 

En Chacabuco, por ejemplo, veníamos trabajando en la construcción de 132 viviendas, que teníamos acordadas desde finales de 2019 con Nación, pero luego cambió el gobierno y aún no las podemos terminar.

Entonces, no sabemos si es falta de previsibilidad o nuestros vecinos están siendo castigados por haber votado distinto a nivel municipal con relación al signo político de Provincia y Nación.

-Actualmente, Chacabuco tiene la posibilidad de contar con Julián Domínguez (ex intendente del distrito a mediados de los '90) en el gabinete nacional, como ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca. Usted recientemente declaró que tenía interés en concretar una reunión con él, ¿se pudo dar?

-La hemos pedido y estamos esperando que el ministro nos reciba, porque hay muchas cosas para trabajar. Sobre todo, nos preocupa que le sigan metiendo la mano en el bolsillo a los que trabajan, como es la gente del campo. Creemos que no es el camino. 

Y ahora, con el contexto mundial que nos toca (en alusión a la guerra en Ucrania), nos alarma el desabastecimiento de gasoil, no sólo porque afecta a la actividad del agro, sino también al funcionamiento de nuestro municipio.

-Cuando asumió su segundo mandato, en diciembre de 2019, usted anunció que buscaría un mayor diálogo con la oposición, ¿cree que lo consiguió o sigue siendo una materia pendiente?

-Durante la pandemia pudimos trabajar bien todas las fuerzas políticas. Formamos el Consejo Social, una mesa integrada por las distintas instituciones de la comunidad y pudimos dar respuestas a nuestros vecinos. 

En cuanto a lo político, el nivel de diálogo es normal, aunque, por supuesto, podría ser mejor. Pero siempre digo que para que haya diálogo debe haber una relación sincera entre las partes, porque si nos sentamos a dialogar y después se hace todo lo contrario a lo que se dijo, es una pérdida de tiempo. 

Por eso, seguimos instando a un diálogo sincero, concreto y con una agenda que tenga que ver con la problemática de la gente y no con otras cosas.

-¿Cuál es su visión de la situación política actual del radicalismo? 

-En la UCR pensamos que hay que dar un golpe de timón al rumbo del país, porque si seguimos así vamos hacia directo hacia el abismo. Por eso, estamos trabajando desde la UCR bonaerense y nacional, preparándonos, porque sabemos que podemos ser protagonistas en 2023. 

La figura de Facundo Manes (N de R.: fue candidato a diputado nacional impulsado por el partido, en las legislativas del año pasado) es una bocanada de aire fresco, que nos genera esperanza. 
Sabemos que somos un partido de poder y podemos volver a ser gobierno en la Provincia y la Nación, como lo somos hoy en muchos municipios. El año pasado, en el interior provincial, el radicalismo sacó el 60% y en el Conurbano el 40%, y viceversa el PRO. 

Hoy sabemos que estamos mejor de antes y la figura de (el gobernador de Jujuy) Gerardo Morales como presidenciable también nos abre una puerta importante. En definitiva, el radicalismo bonaerense está movilizado y trabajamos para que pueda hacerse cargo de esta situación. 

-Después de la experiencia del período 2015-2019, ¿considera que la coalición Juntos podrá ganar las elecciones del año que viene y el radicalismo tomar el liderazgo de la oposición?

-Sí, porque cuando el país está al borde del abismo, la gente siempre mira al radicalismo. Nos ha tocado gobernar en situaciones complejas y estamos seguros de que podemos darle un nuevo rumbo al país y producir cambios profundos. Hay que hacer una verdadera reforma, tanto fiscal, como previsional, laboral y educativa. 

Hay que hacerlas sí o sí, porque el país así no puede seguir. Sobre todo, hay que terminar con los planes sociales. Muchas personas que reciben planes, sabemos que lo necesitan, porque atraviesan una situación social complicada, pero no podemos seguir con este esquema de que una parte pequeña de la sociedad trabaja y un montón de gente no trabaja. Más que planes hay que darle trabajo a la gente.

-Entonces, ¿en dónde cree que está la salida de la crisis?

-En el trabajo. Este país sale adelante trabajando y no con planes. Se sale adelante sin tener que soportar que todos los días le metan la mano en el bolsill a los que trabajan, para bancar a gente que vive del Estado. 
Eso es populismo puro, que sabemos que termina en Venezuela y no queremos ese país. No vamos a claudicar en esta lucha por dejarles a nuestros hijos y nieto una Argentina distinta.