El Hogar de Niños Máximo Gil de Chacabuco es una institución con 35 años de historia que atraviesa una difícil situación económica. Las autoridades manifestaron preocupación por el pago de sueldos de los 19 empleados del lugar. Cada mes, el lugar recibe una beca por parte del Organismo de Niñez y, con ese dinero, alcanzan a pagar el treinta por ciento del monto total necesario para cubrir los salarios. Debido a la suspensión de actividades sociales, la Asociación Máximo Gil no cuenta con la posibilidad de organizar las tradicionales cenas, rifas anuales y demás eventos que desarrollaban para obtener mayores ingresos. A su vez, las donaciones se redujeron dado que, en tiempos de coronavirus, muchas personas decidieron derivar su ayuda a los centros de salud y emergencia.
“Desde el inicio de la pandemia, el Hogar atraviesa una situación seria, no tenemos dinero para pagar los sueldos, llegaremos al 30 por ciento con el monto que recibimos de beca, no llegamos a cubrir la total, no podemos recaudar fondos con rifa, eventos, cobrarle a los socios”, dijo la directora Norma Gil a Democracia y agregó que “actualmente, en el hogar hay 18 chicos y, con el tema de los protocolos sanitarios, no pueden ingresar chicos nuevos porque, los que vienen de otro lado, deberían estar aislados 14 días, y no tenemos lugar para aislarlos; eso está pasando en todos los municipios de la Provincia”. Por otro lado, Gil destacó: “Todo lo hacemos a pulmón, el primer mes de pandemia pudimos pagar porque pasamos el CBU, mediante el boca en boca, y recibimos donaciones, además, la Provincia anticipó la beca; pero este mes todavía no giraron el dinero, nosotros mandamos cartas, el concejal Martín Carnaghi y el senador Agustín Máspoli nos están dando una mano enorme, es muy grave esta situación”.
Para el funcionamiento pleno de la institución, el hogar cuenta con un total de 19 empleados, 14 cuidadoras que cubren las 24 horas los 365 días del año, también con un equipo escolar conformado por dos docentes de apoyo y un equipo técnico integrado por una psicopedagoga y una trabajadora social, mientras que el sector administrativo cuenta con un empleado. Además, requieren de otros profesionales que se abonan en forma particular como psicólogos y fonoaudiólogas. “Destacamos que la población, comercios e industrias de la ciudad de Chacabuco siempre han sido muy generosos con el Hogar, ya que es una institución muy reconocida por su trabajo y querida por toda la comunidad. La imposibilidad de poder hacer eventos sociales, cobrar socios ni lanzar la rifa anual ha agravado nuestra situación económica, hemos agotado nuestras reservas, las donaciones han bajado considerablemente ya que en su mayoría fueron hacia los sistemas de emergencia que se crearon para atender las necesidades de la pandemia”, indicaron las autoridades del hogar.
Norma Gil comentó a este diario: “estamos en una red de hogares que creó la subsecretaría de Minoridad, todos los hogares atraviesan la misma situación, creíamos que éramos los únicos, pero no. nosotros barajamos la posibilidad de cerrar, con mucha pena, desgraciadamente la situación no cambia, tuvimos un tiempo tranquilos porque se nos pagaba en tiempo y forma pero ahora no. los chicos no pueden volver a sus casas porque han sido maltratados, abusados, no sé qué pasaría con ellos”.
La situación crítica del Hogar fue dada a conocer y se plantearon las necesidades enviando una nota al Organismo de Niñez, el ministerio de Desarrollo Comunitario, sin obtener respuesta. “El 20 de abril recibimos una ayuda del Organismo de Niñez de mercadería como pañales, leche y productos de limpieza, mandaron cinco sobres de lavandina y diez detergentes”, señalaron desde la institución y agregaron que “han tomado conocimiento también de esta problemática los representantes locales del Poder Legislativo, la Municipalidad, los concejales de nuestra comunidad y el Servicio Zonal de Junín de quien dependemos: para mantener al hogar funcionando necesitamos, aproximadamente, $ 600.000 mensuales, para cubrir sueldos, honorarios, alimentos, ropa, transporte para los niños a escuela, colonia, etcétera”.
“Nuestro principal objetivo es que los menores vivan en un clima familiar que satisfaga todas sus necesidades tanto afectivas como materiales, favoreciendo su sano crecimiento y maduración; el eje fundamental de trabajo de la institución es la restitución de derechos, su revinculación con su grupo familiar, y en el caso de que esto no fuera factible acompañamos el proceso de vinculación con las familias adoptivas”, indicaron los directivos. añadieron: “por eso necesitamos una ayuda extraordinaria, solicitamos respuestas urgentes a las problemáticas surgidas ante esta situación de emergencia por la pandemia”.
Para finalizar. Norma Gil apuntó a Democracia: “es muy preocupante esta situación, tenemos que pagarle a la gente, no pueden hacer beneficencia, que yo no cobre no significa que los demás no tengan que cobrar, el Estado se tiene que ocupar de los pibes; se habla de muchas cosas pero no de lo que pasa con los chicos”.
COMENTARIOS