Primer Municipio en conformar un protocolo de intervención sobre abuso sexual infantil
Se llevó a cabo la segunda mesa de trabajo donde participaron distintas áreas para capacitarse y así brindar herramientas y pautas de prevención a la comunidad en su conjunto.
Chacabuco es el primer Municipio de la provincia de Buenos Aires en conformar un protocolo de intervención sobre abuso sexual infantil. En los últimos días, se llevó a cabo la segunda mesa de trabajo donde participaron distintas áreas del Municipio para brindar herramientas a la comunidad en su conjunto y, a su vez, dar pautas de prevención. Cecilia Ormaechea, directora de Políticas, Niñez y Adolescencia, explicó que se busca presentar este proyecto a la sociedad y articular acciones: “es un proyecto de trabajo anual, impulsado por la Secretaría de Desarrollo Social, que estamos llevando a cabo en conjunto con la Fundación Red por la Infancia, la idea es terminar con el protocolo de intervención y avanzar con un proyecto más ambicioso que tiene que ver con presentar ese proyecto a la sociedad y articular acciones”.
“Trabajamos en la temática desde el año pasado, a paso lento pero firme, desde el Servicio Zonal habíamos propuesto una capacitación en referencia a la temática y este año decidimos darle una vuelta de tuerca y profundizar”, comentó Cecilia Ormaechea y agregó que “según los últimos datos estadísticos de la provincia de Buenos Aires, el pico más alto donde tenemos que intervenir es en violencia en la niñez, incluido el abuso sexual en la infancia, así que es una decisión del municipio trabajar en esto, tenemos que articular, capacitarnos, es una problemática muy compleja y tenemos que estar preparados porque muchas veces nos desbordan las situaciones sociales, por eso precisamos nuevas herramientas”.
Por su parte, Juan Martín Morales, coordinador del Servicio Zonal Junín, señaló que “nosotros acompañamos a todos los servicios locales en el trabajo que se hace en territorio, es un placer poder compartir esta mesa; nos venían preocupando los canales de comunicación y, en ese sentido, este espacio y este protocolo son muy necesarios, la verdad es que hace al trabajo en red mucho más articulado”. En tanto, Paula Wacheter, directora ejecutiva de la Fundación Red por la Infancia, dijo que “la respuesta que le da el Estado a los niños víctimas de abuso depende no solamente de la capacidad de respuesta que tenga cada una de las áreas sino de cómo articula sus intervenciones con el resto, entonces este tipo de encuentros es sumamente rico, porque cada una de las áreas puede escuchar cómo el resto lo aborda, cuáles son las problemáticas y desafíos y cómo los superamos teniendo en cuenta las limitaciones propias de cada una, cuanto más articulado esté el trabajo más se facilita la intervención y los chicos están mucho más protegidos”.
Consultada respecto de una reflexión sobre el encuentro, Paula Wacheter dijo que “es importante saber qué tengo que esperar del otro, cómo se lo tengo que pedir, hasta dónde me puede responder y en qué condiciones, es la condición básica de la articulación, este tipo de mesas lo que permite es aceitar los protocolos e ir trabajándolos a nivel local y que no queden como letra muerta en un manual que después no se traduce en prácticas efectivas” y agregó que “en términos generales, lo que estamos viendo es que, en principio, las escuelas estaban muy reacias a tomar esta cuestión por el temor que representa el abuso sexual y el miedo a una intervención adecuada, ahora se está trabajando en muchos espacios, tanto a nivel municipal, provincial y nacional, tanto en la capacitación específica como en escuelas y ahí despertamos un gran compromiso de los docentes porque, sin dudas, ese es el espacio más propicio donde los niños revelan estas situaciones y piden ayuda”.
Juan Martín Morales resaltó que “hay una obligación de denunciar como sociedad, es lo que nos corresponde cuando se detecta un caso pero como funcionarios tenemos la doble obligación” y agregó que “luego es la instancia judicial, allí se ocupan de desplegar las acciones correspondientes para un docente, un familiar o lo que corresponda”. Por otro lado, Paula Wacheter agregó que “lo que tiene que hacer el directivo es poner en resguardo al niño y evitar el contacto del profesor sospechado con otros chicos y hacer la denuncia; como ciudadanos o funcionarios públicos, tenemos que denunciar y esto se dirime en la Justicia, no en redes sociales ni en la puerta del colegio, tenemos que resguardar al niño”.