Un vecino de Chacabuco se sorprendió al cosechar remolachas de su huerta orgánica. Al poner las manos en la tierra descubrió que la unidad era gigante: la remolacha tenía un peso de 2,350 kilogramos.
El hombre se llama Raúl Federico y, además de dedicarse a la compra y venta de antigüedades, tiene una huerta orgánica en su domicilio de calle San Luis 127, allí también vende productos naturales de temporada a los vecinos.
Foto: Chacabuco Hoy
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