El intendente de Chacabuco, Víctor Aiola, estuvo en la ciudad de Berazategui, en pleno Conurbano bonaerense, durante el último fin de semana largo. Junto a su equipo de trabajo recorrió las calles, habló con los vecinos y mantuvo reuniones con los miembros de Cambiemos en el distrito que es gobernado por la familia Mussi desde 1987.
En diálogo con Democracia, Aiola aclaró las intenciones detrás de la iniciativa y sostuvo que siente “la obligación moral” de hacerlo. También se refirió a la porción del Presupuesto 2018 que recibirá Chacabuco por parte de Provincia y de las necesidades de los vecinos.
- ¿En qué consiste la iniciativa de recorrer el Conurbano Bonaerense?
- Nosotros habíamos dicho que después de las elecciones íbamos a salir por los distritos donde no somos gobierno. Lo hicimos en coincidencia con lo que nos pide María Eugenia Vidal, acerca de que estemos cerca de la gente, y teniendo en cuenta que nosotros no salimos a buscar el voto dos o tres meses antes de una elección sino que creemos que uno construye la confianza con el vecino con el tiempo. Decidí yo, en lo particular, y como una obligación moral, ir a acompañar a aquellos distritos en los que no gobernamos y es difícil ser de Cambiemos. En Berazategui es muy difícil ser de Cambiemos y ser radical. Nosotros queríamos estar ahí, acompañarlos, y ver la realidad porque no es lo mismo la realidad del interior que del Conurbano.
“En el interior la gente conoce al candidato, en el Conurbano no tanto. Las formas son distintas.”
- ¿Lo acompañan otros intendentes en las recorridas por el Conurbano?
- Por ahora arranqué yo, no voy con otros intendentes. La próxima tal vez vayan todos, están invitados, algunos se sumarán, otros tendrán obligaciones. Pero cuantos más vengan, será mejor para nosotros y para la gente que visitamos porque ellos se sienten muy contentos de que un intendente en funciones vaya a visitarlos a ellos que, tal vez, ven como algo difícil llegar al poder. En Berazategui gobiernan los Mussi desde 1987, sacan el 60% de los votos en cada elección, pero el espacio Cambiemos tiene mucha esperanza y nosotros transmitimos lo que pasa en Chacabuco, porque acá era muy difícil ganar la elección, parecía imposible.
- ¿En qué aspectos hacer política en el Conurbano es distinto al interior de la provincia de Buenos Aires?
- La realidad de ellos es distinta a la nuestra, en el Conurbano se hace política de otra manera. Si bien hay denominadores comunes, como estar cerca de la gente, ver cómo viven y cuáles son las necesidades, pero por otro lado para llegar a 400.000 personas, como hay en Berazategui, hay que hacerlo a través de los medios de comunicación porque no se puede llegar caminando. Es importante articular la caminata, la generación de política y los medios de comunicación. Es un trabajo que hay que hacer, nosotros no caminamos detrás de nada, solo detrás del espacio de Cambiemos, para que el espacio crezca. Tenemos la obligación moral de estar donde más nos necesitan. En el interior la gente conoce al candidato, en el Conurbano no tanto. Uno puede llegar en el cuerpo a cuerpo si se lo propone, pero ¿en La Matanza como hacés para llegar a dos millones de personas? Las formas son distintas. Nuestra democracia ha crecido mucho y la vara está cada vez más alta, es importante que el radicalismo se visibilice más, que esté en la calle, porque es una parte fundamental. Muchas veces el radicalismo peca porque hace muchas convenciones, reuniones y capacitaciones y le falta la pata de estar en la calle y con el vecino.
- ¿La decisión de que usted comience a recorrer el Conurbano tiene que ver con su vínculo estrecho con Daniel Salvador?
- Nosotros lo decidimos con el grupo de trabajo, caminamos Chacabuco todos los fines de semana y vamos a caminar una o dos veces por mes en el Conurbano, en aquellos lugares donde no se ganó. La cuarta sección electoral la venimos trabajando hace tiempo, yo fui facilitador en las últimas elecciones y anduvimos bien, se ganó en Pehuajó, en Alberti, y hay que seguir trabajando eso para que en 2019 tengamos más intendentes de Cambiemos. Lo hago con mucho gusto. Daniel Salvador es alguien muy cercano a mí, siempre digo que soy un soldado del vicegobernador y de la gobernadora. En Chacabuco me quedan dos años de gestión y dos períodos por delante si quisiera presentarme. Hay muchas cosas que resolver acá todavía. Creo que uno como intendente, además de trabajar en su ciudad, tiene la obligación moral de estar cerca de aquellos integrantes de Cambiemos que son perseguidos, donde luchan contra un montón de cosas de la política.
“Queremos aggiornar el plan estratégico de 2010 a los tiempos que corren y planificar con la oposición e instituciones qué ciudad queremos”
- En cuanto al Presupuesto 2018, ¿cuánto va a recibir Chacabuco y a qué será destinado?
- El Presupuesto de la provincia para Chacabuco es cercano a los 150 millones de pesos y pertenece al Fondo de Infraestructura Municipal, es un fondo para obra pública pero se va a manejar de otra manera. Hubo una readecuación del Fondo Educativo donde en las ciudades del interior se divide en un 40% y un 60%: un 40% destinado a obras directamente y un 60% para gastos destinados a educación pero que no sean obras, o sea que ahí podrían incluirse los sueldos. Aumentó el presupuesto en Salud a 35.000 millones, aumentó de forma paulatina desde 2015 y va estar destinado a los Centros de Emergencia, a la Unidad Materno Infantil, vamos a acelerar todo lo que sea derivaciones y sistema de atención en las guardias de emergencia. También hay un gran presupuesto para Seguridad, todavía hay que trabajar mucho en esta área, en Educación también se ha incrementado el número. Hay cosas para hacer en la Provincia y tenemos el fondo del Conurbano, este año van a venir 20.000 millones; en 2018, $40.000 millones; y en 2019, $65.000 millones. La provincia de Buenos Aires es la que más aporta a nivel nacional y veníamos recibiendo un tope fijo de 650 millones que no era absolutamente nada. Con la presentación de la Gobernadora en la Corte Suprema y el diálogo del presidente con los gobernadores, se tuvo en cuenta que la Provincia debe recibir más fondos. Vamos a poder cambiar Buenos Aires, que tanto ha sufrido. Desde Gobernación nos piden que los municipios tengamos las cosas claras, que las cuentas sean precisas, que seamos serios en la administración.
- ¿Cuáles son las prioridades de los vecinos de Chacabuco hoy, en relación a las de diciembre de 2015?
- Las prioridades fueron cambiando, cuando asumimos en 2015 la prioridad era la prestación de servicios públicos y hemos podido lograr que se presten adecuadamente. Ahora las prioridades tienen que ver con el tránsito y la seguridad. Obra pública se está haciendo mucha y seguimos con eso. Tenemos la problemática de las motos, los conductores sin casco, los accidentes con motos y autos, si bien han disminuido los traumatismos graves y los fallecimientos, no han disminuido los siniestros que hay. Esto no depende solamente del Estado, la comunidad en general tiene que trabajar. Por otro lado, hemos firmado con Nación y con Provincia un plan de ayuda mutua: el plan estratégico de nuestra ciudad. Queremos aggiornar el de 2010 a los tiempos que corren y planificar con la oposición e instituciones qué ciudad queremos nosotros para los próximos veinte o treinta años, por dónde va a pasar la avenida circunvalación, que va a pasar cuando esté la autopista, dónde van a estar los polos educativos, y demás cosas.Yo divido la gestión en dos partes: la primera fue poner en marcha el municipio. Y la segunda parte, que es la que viene, es empezar a pensar, como estadista, a largo plazo, qué ciudad queremos. Cuando empezamos acá fue como entrar a una casa prendida fuego, con mucho humo. Tuvimos que hacer las cosas básicas y ahora queremos avanzar a futuro.
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