Héctor González es un vecino de la ciudad de Chacabuco, tiene 88 años y casi no usa el auto particular, anda en su bici de carrera que lo acompaña desde la década del 70 y es la protagonista de la pasión que define su historia.
Los dichos populares rezan que solo se alcanza la vejez cuando ya no hay proyectos por delante y los días se vuelven una pila de nostalgias y recuerdos. De tanto en tanto trascienden historias de abuelos que son ejemplo de una rutina activa, con los pasatiempos preferidos como motores de sus vidas. Uno de ellos es Héctor “El nene” González, un vecino de Chacabuco que tiene 88 años y aún entrena en bicicleta, como lo hacía en sus épocas de adolescente.
Con frío, con calor, con lluvia o con sol, se lo puede ver todos los días al “El nene”en el velódromo municipal, con su bici de los años 70, donde entrena junto a sus compañeros ciclistas, mucho más jóvenes que él. Cuando tenía 16 años comenzó a interesarse por la competencia en bicicleta y, a partir de allí, nunca dejó de pedalear. Tiene en su casa de Chacabuco, que habita junto a su mujer María del Carmen, 170 trofeos exhibidos, el último obtenido en una carrera que tuvo lugar hace apenas unos pocos meses.
Esta semana la historia de “El nene” González pudo conocerse a nivel nacional a través de la pantalla de Telefé Noticias. Los productores del segmento de televisión se interesaron por la vida de un hombre, ejemplo de una rutina sana y activa, con una bicicleta como fiel compañera desde hace décadas. “Nunca fumé, siempre pedaleé. Yo les digo a mis vecinos que anden en bici, que no importa que no sea de competencia”, dijo “El nene” ante las cámaras, y agregó: “Doy gracias a Dios por poder hacer esto cada vez que me subo a la bici, siento una alegría inmensa.”
“El nene” González hace los mandados en su bicicleta por la calles de Chacabuco y solo se sube al auto cuando tiene que salir con su mujer. En el informe especialmente preparado para la televisión, el protagonista de esta historia junto al periodista dieron una vuelta en bicicleta y mostraron la plaza principal, donde en los tiempos de antes era habitual que se armasen circuitos de ciclismo. También recorrieron la zona del molino de harina en el que trabajaba durante sus años de juventud: “Acá cargábamos los camiones para llevar el producto a Buenos Aires, y yo me volvía pedaleando a la ciudad”, dice “El nene”. Son 200 los kilómetros que separan a Capital Federal de Chacabuco.
Un campeón de la vida. Así lo definen sus familiares y vecinos, quienes desde el día uno lo apoyan en el ciclismo, el motor de los engranajes de su vida. Tan fanático de la bici como de su familia, “El nene” conoció a su mujer María hace 66 años mientras pedaleaba, como no podía ser de otra manera. “Ella me aguantó todo, no me puedo quejar. Esto se lo agradezco a ella, a mis hijos, a mis nietos, a todos”, dice González en el informe, donde también participan sus vecinos, agregando que “la mejor carrera la ganó como persona, nunca miente, siempre hace el bien.”
El caso de “El nene” González es excepcional, no existe competencia para su categoría, por eso corre con ciclistas treinta años menor que él. Un hombre que disfruta de ver a la familia unida, de llegar al mercado en dos ruedas, de sentir el viento rozarle la cara mientras pedalea. Un gran motivador, una historia ejemplo de que la eterna juventud existe.
MÁS DE 70 AÑOS EN DOS RUEDAS
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