La consejera general de Educación, Natalia Quintana, viajó ayer a Bragado, para reunirse con el Consejo Escolar y Jefatura Distrital y evaluar el proceso de preparación de la vuelta a las clases presenciales, en el contexto de crisis sanitaria de COVID-19.
Tras el encuentro, apuntó contra la “falta de anticipación” de la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia, a cargo de Agustina Vila, para “llevar tranquilidad a las familias” de cara al comienzo del ciclo lectivo.
“Los alumnos necesitan volver, pero consideramos que al Ministerio le falta anticipación para llevar tranquilidad a las familias”, afirmó.
“Si bien hay un protocolo jurisdiccional que la Provincia aprobó y que el Consejo Federal de Educación dictó nueva normativa, decimos que a las familias les está faltando lo diario: saber cuáles van a ser los compañeros de sus hijos, cómo van a encontrarse en las llamadas burbujas, qué significa esa burbuja, cuáles serán las situaciones que podrían interrumpir la presencialidad, cómo es el volver si en forma progresiva o escalonada”, agregó.
Finalmente, Quintana destacó el esfuerzo de "la mayoría de los docentes" para sobrellevar el "período de virtualidad" y sentenció que “las escuelas deben ser lo primero en abrir y lo último en cerrar”.
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