El sábado 16 de noviembre será el festejo del 120° aniversario de Arribeños, que cumple este miércoles.
Para la ocasión, habrá actividades que hacen referencia a la tradición gaucha y al asado, ya que a partir de las 14 se hará el 1er. Campeonato de Costillar a la Estaca, donde equipos de asador y fogonero competirán en una jornada para disfrutar del auténtico asado argentino.
Los interesados pueden inscribirse hasta mañana, 11 de noviembre, llamando al 2364603319.
La celebración continúa con un Gran Desfile Gaucho, que reunirá a jinetes y caballos, y luego, al finalizar, los participantes compartirán una cena criolla.
El evento convoca a artesanos y emprendedores de la zona, brindándoles un espacio para mostrar y vender sus creaciones.
La historia
El día 13 de noviembre de 2004 la ciudad festejó los cien años de su creación. Se optó por elegir ese año ante la falta de la fecha exacta. Se estipuló una fecha simbólica para conmemorar el cumpleaños de la ciudad, que luego se adoptó de forma oficial. Dicha fecha es el 13 de noviembre de 1904. Las tierras pertenecían a la Compañía Kenny que las vendió a la Colonizadora Stroeder antes del año 1904. Ya estaba la Estación del Ferrocarril Pacífico (ramal de Saforcada a Santa Isabel) y en torno a esta se formó el pueblo.
La Cía. Stroeder impuso el nombre de Arribeños a la Estación. Trazó un loteo destinado al pueblo y lo presentó en Geodesia bajo la denominación de Villa Arribeños, en el año 1903. Se solicita además a la Provincia la aprobación del Centro Agrícola Arribeños.
Con el tiempo, el trazado ferroviario que se concentraba en Arribeños trascendió. Desde ahí partían ramales a Sampacho (Cba), a Rosario, a San Nicolás, a Buenos Aires por distintas vías, llegando con la producción a los puertos de embarque.
El ferrocarril generalmente recibía del Estado las tierras para el tendido de las vías, pero en Arribeños, cosa inusual, el FFCC le compró en 1907 a la Cía. Stroeder; la llegada del tren de pasajeros era todo un acontecimiento. El que llegaba desde Buenos Aires, los martes y los viernes, con correspondencia, diarios, revistas y todo tipo de encomiendas, era esperado por comerciantes, personal de correos, vendedores de diarios, familiares de los pasajeros y vecinos en general, que les gustaba ir a ver el tren.
El tren de pasajeros corrió en Arribeños hasta la década del ´90, cuando cerraron los ferrocarriles en varios lugares del país y los talleres ferroviarios de Junín. Las formaciones de carga siguen pasando, cuatro o cinco veces por semana, manteniendo las esperanzas de los pueblerinos de poder contar con este medio de locomoción que marcó al pueblo desde su misma gestación.
Primera edificación de ladrillos, año 1906
Bautista Cova, proveniente de Wheelwrigt, provincia de Santa Fe, fue quien construyó la primera casa de ladrillos del pueblo. Según cuentan sus descendientes, don Bautista llegó tres meses antes que el ferrocarril.
En el frente de la casa se podía leer las iniciales de su nombre y el año de su construcción: 1906.
Ubicada sobre la Avenida San Lorenzo y esquina Belgrano, en ella funcionaron el Correo, la Delegación Municipal y oficinas cerealista y de ferias ganaderas.
Hoy solo queda el recuerdo y las fotos, y un terreno baldío debido a que la misma fue demolida.
Algo más de historia
El 11 de noviembre de 1902 llega a Arribeños la primera locomotora del Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, hoy llamado Gral. San Martín. La llegada de Bautista Cova, Marconi, Eula, Zanetto, Olocco, Sampietro, Giacobone, Calderón, Cascu, Alfaro Clavero, Zazzali, Cita, Bravo, Ferreira y otros primeros pobladores. Cova construyó su casa. Había unos pocos ranchos además de su negocio. Surgieron otros como la panadería de Eula, que más tarde pasó a ser “La Aurora” de Juan B. Expósito. Los trenes de pasajeros fueron muy importantes para el desarrollo de la comunidad. En el tren que llegaba los martes y los viernes desde Buenos Aires se traían diarios y todo tipo de encomiendas que eran aguardadas por los comerciantes.
Se instaló la sastrería de Alfano, Zapatería Lombardi, Sastrería Alejo Furtes, Peluquería Duarte, Pompa fúnebre de Clavero y Calderón. Mondiondo, un almacén de ramos generales y acopio de cereales; Bravo, una estafeta; Bertone, una peluquería; la herrería de Desfeufs y Bustos; la ferretería de Espondaburu; la sedería de Vigera; el horno de ladrillos de Marengo; etc. De esta forma, el pueblo fue creciendo poco a poco y se fue formando con la llegada de los inmigrantes. Arribeños recibió el nombre de “La Perla del Oeste” por su actividad social, económica, y agrícola-ganadera.
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