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COMENZÓ CON EL AEROMODELISMO Y ACTUALMENTE PRODUCE HÉLICES

Construyó su propio avión en ocho años y hoy su sueño comenzó a tomar vuelo

En el 2009, el arribeñense Walter Osvaldo Gerola comenzó con el proyecto de fabricar e inventar su propia aeronave biplaza llamada Zonda, en Teodelina. “El viernes a la tarde por primera vez se separaron las ruedas del suelo y mi avión se elevó hacia el cielo”, expresó.

Walter Gerola quien actualmente tiene 48 años vivió hasta los 18 en Arribeños donde comenzó su pasión por la aeronáutica. Desde muy chico emprendió este camino con el aeromodelismo construyendo aviones como el Origone y Jorge Newbery. “Aprendí rompiendo avioncitos”, aclaró. 
Con su primer radiocontrol despertó su interés de ser piloto de aeronaves a gran escala y en noviembre de 1993 se recibió de piloto civil en el Aeroclub de Arribeños, su pueblo natal. “Siempre dije que disfruto mucho la aviación y la idea siempre fue volar por pasión”, expresó.
 
“Construir mi propio avión”
Desde muy chico, el aeromodelismo fue su pasatiempo a la hora de armar “avioncitos”, mientras que de grande su desafío fue aún mayor: construir su propio avión a gran escala en su galpón donde tiene un taller de aberturas de aluminio.
Ya instalado en Teodelina –provincia de Santa Fe- Walter Osvaldo Gerola comenzó a volar con los aviones del aeroclub, luego compró un ultraliviano de los que fabricaba el conocido corredor de autos, Luis Di Palma y más tarde “lo vendí con la idea de construir algo más importante y personal”, subrayó.
Para poner en marcha su proyecto, Gerola trajo desde Canadá los planos del avión Falconar. Como era muy difícil conseguir la madera optó por modificar el modelo original. “En el caso mío, usé aluminio y está totalmente revestido en una cáscara de fibra de vidrio”, explicó.
La aeronave biplaza “experimental”, Zonda, es el resultado del sueño de tener un avión fabricado por sus propias manos. “Me tomó ocho años de construcción con un total de 6 mil horas de trabajo”, declaró el constructor y dijo emocionado: “El viernes a la tarde por primera vez se separaron las ruedas del suelo y mi avión se elevó hacia el cielo”.
“Fue muy importante el apoyo de mi familia, amigos y la gente quienes, además de la ayuda con el trabajo, me levantaban anímicamente porque hubo veces que quise de dejar todo ya que generalmente estas construcciones van pasando por varias manos”.

 

La mecánica
En el caso del avión Zonda, Gerola optó por un motor Diesel –un concepto francés- y es el primero en Argentina con esta característica. “Yo utilicé mecánica del auto Audi A3, que viene a ser el motor del Volkswagen Passat del 2006 turbo intercooler”.
Es un avión pensado para viajar con un motor Diesel y dos tanques de 32. “El que hizo la parte de inyección cuando avionizamos el motor, me dio un estimado de 8 a 10 litros por hora de vuelo que da un total de 6 horas de autonomía”, aclaró.
Con una velocidad crucero de 200 kilómetros, se podrá cubrir distancias bastantes importantes. “Tengo la idea de ir a distintos aeroclubes, asistir a los eventos y festivales”, sostuvo. 

Avión “experimental”
El avión Zonda de Walter Girola está registrado dentro de la construcción “experimental” que “te permite ahorrar en el tema de mantenimiento y además se pueden sumar horas de vuelos para los que quieran hacer una carrera aeronáutica”, reveló, mientras que comentó: “Un avión registrado LV (Lima Victor) el mantenimiento lo tiene que hacer los talleres especializados”. 
Además de tener su empresa de aberturas, Gerola indicó que “cuando empecé a investigar sobre hélices para mi avión, monté una fábrica que ya está produciendo para Argentina y el exterior. Hace poco entregué una hélice en Junín para un avión cuatriplaza”. 

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