Allochis, una empresa que crea y crece
La firma cuenta con dos plantas con una superficie de más de 10.000 metros cuadrados y ocupa alrededor de un centenar de personas en la localidad de Ferré, partido de General Arenales, en la provincia de Buenos Aires.
José Allochis es un emprendedor por naturaleza, que a partir de su conocimiento de los fierros como técnico mecánico y su idea de las necesidades de herramientas para el campo porque su padre fue contratista rural, empezó a transformarse en un industrial.
"Arranqué con los cabezales hace más de 20 años. Hice uno para mí, y cuando salí a cosechar la gente empezó a pedirme que le fabricara uno. Y así comencé, de a poco", relata Allochis. Poco después, hacia 1997, se inició la relación formal con Claas, empresa alemana de maquinarias. Primero proveyendo cabezales para maíz, a los que enseguida se sumaron los de trigo y soja.
De ese vínculo y la interacción entre ambas empresas, nació una plataforma draper que supera todo lo conocido. Tras siete años de pruebas, Hera recibió el premio CITA de Oro y comenzó a fabricarse en serie.
“Durante siete años gestamos el cabezal draper”, recordó Allochis. "Fue un proceso largo y complicado". Primero se trabajó en los planos y luego vino el desarrollo a campo. "Llevamos seis años de prueba a campo. Durante todo este tiempo tiramos cinco plataformas que no servían. A prueba y error fuimos avanzando hasta consolidar las once patentes registradas mundialmente que hoy incluye el modelo Hera", relató.
Cómo es el nuevo draper
"Miramos todos los problemas que tenía la competencia y ahí empezamos a trabajar", señaló Allochis. El nuevo draper es totalmente flexible, y fue pensado para aprovechar al máximo la capacidad de las cosechadoras de última generación, evitando que el cabezal ponga límite a la altísima productividad de las máquinas.
Entre sus características más destacadas, el nuevo cabezal posee una lona acarreadora que ha sido seccionada longitudinalmente para lograr dos hilos de transporte, y posee tambores de alimentación sincronizados y flexibles en lugar de lona central. Gracias a ello, la plataforma puede trabajar virtualmente adherida al suelo, más paralelamente al piso que cualquier otra en el mundo. Todo esto significa más capacidad de trabajo con menos pérdidas de grano.
La ductilidad de la nueva plataforma viene dada por su inédita estructura: su base, compuesta por brazos flexibles, se subdivide en 8 paños y permite copiar el terreno en lo vertical (regulación en altura), longitudinal (regulación en avance de cosecha) y horizontal (regulación a lo ancho).
Una de las últimas modificaciones realizadas al cabezal, y que resultó premiada con el CITA de Oro a la innovación es un divisor de cultivo articulado que, por su ancho, de sólo 140 milímetros, es la mitad del que tienen las plataformas de otras marcas. El nuevo divisor minimiza la cantidad de cultivo que es atropellado mientras la plataforma se abre paso entre las plantas, así, la plataforma no pisa el cereal ni desgrana. Además, cuenta con un sistema que hace pivotear todo el capot y el puntón, siempre adherido a la barra de corte.
Otra modificación presentada recientemente es un alimentador para plataformas sin correas transportadoras con un centro íntegramente flexible. Es el primero a nivel mundial y está compuesto por dos tambores dispuestos en forma paralela por delante de la abertura del canal de alimentación. De esta forma, la plataforma se transforma en un amortiguador de las variaciones del cultivo, ofreciendo una entrega homogénea y organizada que deriva en una carga constante al sistema de trilla de la cosechadora.
El mando de las cajas de cuchillas es telescópico y tiene más inercia con la mitad de peso que la competencia. Esto permite que el corte sea más suave en cualquier cultivo y en condiciones extremas.
Pura innovación
En la plataforma Hera, el grano pasa de la cuchilla a la lona directamente. Además, esta lona cuenta con un sistema que hace posible que esté siempre tensionada, en cualquier posición, permitiendo que el operario no tenga que ocuparse de este tema.
A su vez, la plataforma cuenta con sensores para monitorear las RPM de las lonas y de los tambores centrales, datos que se visualizan desde la cabina del operador y permiten, entre otras cosas, conocer si el sistema se atasca o se sale del régimen deseado.
Otra innovación se presenta en la caja de engranajes que impulsa a las lonas, que fue creada para propulsar a velocidades diferenciadas las cintas transportadoras. Esta característica aumenta considerablemente la homogeneidad con que el material fluye hasta el alimentador de la cosechadora. Más aún, esta caja de mando hidráulico está diseñada para invertir el sentido de giro en pleno trabajo sin abandonar la cabina de la máquina, rasgo crucial que posibilita evitar atascamientos cuando se presentan objetos extraños sobre el cabezal. Por su parte, la cinta transportadora está construida con tensores de hilo de Kevlar, caucho, y barrotes de fibra.
El diseño de los brazos de soporte de la barra de corte es una novedad absoluta, ya que su construcción compuesta y articulada permite desplazar el punto de pivote hacia adelante y abajo -es decir, más cerca del suelo-. De esta manera, se disminuye la altura del frente de ataque de la plataforma, condición que mejora la versatilidad de la plataforma para trabajar en diversas condiciones de humedad.