FLORENTINO AMEGHINO

Equidad y federalismo

Vastos son los argumentos opositores al proyecto de ley que traspasa los depósitos judiciales del Banco Ciudad al Banco de la Nación Argentina, intentando construir en el imaginario colectivo, desde el abuso mediático,  un Poder central obstinado en destruir un determinado sector social cuando en realidad somos un gobierno obsesionado en mejorar la vida de los que menos tienen en la Argentina.
No es este proyecto ni ningún acto de gobierno el que viene a buscar la división de los argentinos; es la reacción organizada de los que pierden los privilegios la que construye el relato falso del autoritarismo, pretendiendo atemorizar a los trabajadores y paralizar el optimismo que genera inversión.
Hemos escuchado decir que con esta ley no beneficiamos a nadie y la verdad que ni los bonaerenses, ni los jujeños, ni los catamarqueños merecemos que se nos siga desconociendo, o que pretendan invisibilizarnos.  
Sin embargo muchos de los legisladores que hoy esgrimen estos argumentos, han apoyado otras leyes vergonzantes para la sociedad y hasta peligrosas  para la democracia, como la ley de obediencia debida y punto final; la que otorgó los superpoderes a Cavallo; la de la intangibilidad de los depósitos; evidentemente no les parecieron leyes inútiles y fueron aprobadas de manera entusiasta.
Lejos de responder a las características que se le endilgan, este proyecto es de carácter inclusivo, en perfecta sintonía con el accionar del Gobierno Nacional que busca beneficiar al conjunto del pueblo argentino.
Este proyecto beneficia a todos, porque el Banco de la  Nación Argentina tiene 600 sucursales diseminadas a lo largo y a lo ancho del territorio nacional, garantizando a todos los habitantes de nuestro país el acceso a los servicios bancarios.
La totalidad de los argentinos estarán en condiciones de acceder a los mas 6.500 millones de pesos que significan los depósitos judiciales a través de  por ejemplo, 25.000 créditos hipotecarios, o 20.000 nuevos créditos para PYMES industriales  o agropecuarias  así como también créditos personales que se pueden llegar a incrementar con este proyecto, disponibles incluso a quienes viven en la Ciudad de Buenos Aires donde el Banco de la Nación cuenta con más de 60 sucursales.
Diputados opositores han considerado a esta iniciativa como la consagración de un sistema hostil y discriminatorio en perjuicio de los habitantes de la ciudad.
Contrariamente a ser discriminatorio, el Proyecto plantea la igualdad de oportunidad de acceso al crédito para todos: para quien vive en La Quiaca, Neuquén y también en La Ciudad Autónoma.
Perjudican, si, a los habitantes y a los trabajadores de toda la ciudad de Buenos Aires, los que consideran inútil la ley del traspaso de los subterráneos y fundamentalmente el Jefe de Gobierno que es indiferente al millón de ciudadanos  virtualmente paralizados, sin poder acceder a sus lugares de trabajo, ni llevar a la escuela a sus hijos, ni llegar a los hospitales en demanda de salud.

Indiferente e irresponsable

En contraposición, analicemos un momento el accionar de nuestra Presidenta que el día 3 de agosto último, culminó el proceso de cancelación final del Boden 2012, una deuda contraída con nuestros propios hermanos argentinos, cuando sus ahorros fueron confiscados por los bancos y el Estado durante la crisis de los años 2001 y 2002.
Esto es honrar los compromisos. Esto es hacerse cargo aún, de los errores de otros. Esto es gobernar. 

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