Comenzó a funcionar el programa “PIP” en Ameghino
PARA LA FAMILIA

Comenzó a funcionar el programa “PIP” en Ameghino

Se trata de ‘Primera Infancia Primero’, una alianza entre el municipio y la Fundación Navarro Viola.

Agentes de la Secretaría de Desarrollo Social y la Fundación Navarro Viola recorren el distrito de Florentino Ameghino con motivo de la implementación del programa Primera Infancia Primero (PIP), dirigido a familias con niños de hasta cinco años.

“Mediante el mismo – explicó la secretaria Yésica Pizzi- nuestro equipo brinda herramientas y pautas de crianza, cuidado y enseñanza desde un abordaje integral y comunitario, fortaleciendo el entramado social que promueva el desarrollo infantil”. Según lo manifestado, durante el transcurso de 20 semanas, un facilitador comunitario realizará visitas domiciliarias a las familias, acercando material desarrollado especialmente por la Fundación Navarro Viola con recomendaciones, herramientas y recursos sobre el juego, la música, el arte, la lectura y la alfabetización temprana. 

“Queremos hacer hincapié en esta franja etaria porque es una etapa crucial en la historia personal de cada niño o niña que genera huellas relevantes para su trayectoria personal y educativa, este es un periodo donde se sientan las bases del desarrollo cognitivo, emocional y social de la persona. Por eso es necesario que se acompañe y fortalezca a las familias en la crianza, cuidado y educación”, afirmó Pizzi, secretaria de Desarrollo Social.

La fundación
La Fundación Navarro Viola, de Capital Federal, es la historia de un legado familiar que supo multiplicarse y perdurar en el tiempo. Es la historia de las tres hermanas Navarro Viola y también la de miles de personas que a lo largo de estos años de trayectoria han participado de sus programas y acciones, ayudando a construir lo que son hoy.

Surgió el 6 de septiembre de 1973 por iniciativa de María del Carmen y Sara Navarro Viola, y Marta Navarro Viola de Herrera Vegas. Tres hermanas que, en memoria de sus padres Enrique Navarro Viola y María Francisca Ayarragaray, decidieron legar su patrimonio para dar continuidad a las obras de bien público que llevaron adelante durante sus vidas.

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