El fallecimiento de un menor de 8 años en Arenales por Meningoencefalitis Amebiana, tras haber estado en contacto con aguas contaminadas, puso en alerta a toda la Región. La meningoencefalitis amebiana primaria puede contraerse por permanecer en piscinas mal controladas, lagunas o cualquier depósito de agua dulce o salobre.
Sobre este tema, la Dra. María Amalia Simonetti, Jefa de la Oficina de Bromatología, en declaraciones al programa “Desde Afuera” en FM Ultra, insistió en la recomendación de “bañarse únicamente en balnearios que estén controlados periódicamente o natatorios con agua clorada y que además se hagan controles habituales”. Y alertó sobre el uso de “los tanques australianos, que es muy común en los campos, porque es una cantidad de agua reducida, que puede aumentar fácilmente de temperatura y favorecer el desarrollo de Acanthamoeba y Balamuthia mandrillaris, que son considerados organismos emergentes, de alta patogenicidad, causantes de enfermedad a nivel del Sistema Nervioso Central, con una mortalidad del 95%”.
Desde el Ministerio de Salud se ha solicitado a los organismos oficiales que se realicen “controles en los espejos de agua estancada que tenemos, porque faltan muchos datos en el interior de la Argentina, sobre la presencia de amebas en estos lugares”.
“Tengamos en cuenta – agregó - que han aumentado la temperaturas del agua de las lagunas, donde además proliferan mucho los roedores, que son transmisores de enfermedades, y pueden aparecer casos de leptospirosis que es una enfermedad infecciosa que se transmite de los animales al ser humano. La infección puede producir desde fiebre hasta la afección de múltiples órganos, causando incluso la muerte”.
FLORENTINO AMEGHINO
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