Verano infernal: anticipan que Buenos Aires será la provincia que más "sufrirá" el calor
Así lo señala un informe del Servicio Meteorológico Nacional sobre las marcas térmicas y lluvias que se esperan para los meses de noviembre, diciembre y enero.
Las temperaturas que en octubre llegaron a los 33 grados y por varios días en diferentes ciudades bonaerenses, tal es el caso de Junín, fueron sólo una muestra de lo que se pronostica para el verano.
Se espera que el calor sea una constante para los próximos tres meses en gran parte del país, pero con epicentro en la provincia de Buenos Aires y en (CABA).
De acuerdo al informe trimestral del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), en dos tercios del territorio nacional se esperan temperaturas superiores a lo normal para la época del año, pero en más de la mitad de la provincia de Buenos Aires, que incluye a La Plata y la Costa Atlántica, el calor será aún mayor.
La anomalía prevista entre los registros históricos y los que se espera que haya durante los meses de noviembre, diciembre y enero incluye a la parte centro y este del territorio provincial. En esta zona puntual las posibilidades de que las temperaturas se ubiquen por encima de lo normal trepan hasta el 55%.
De la mano del intenso calor, que se espera llegue a ciudades turísticas como Mar del Plata, Villa Gesell y Tandil, y otras como 9 de Julio, Olavarría, Bolívar y todo el Conurbano bonaerense, estarán las pocas lluvias.
Según el informe, gran parte de la provincia Buenos Aires se perfila para ser la que tendrá el clima más seco, con hasta un 50% de probabilidad de que llueva menos de lo habitual.
En cambio, en el resto del país donde también se espera que haya temperaturas más elevadas, la probabilidad de que así sea se ubica por debajo del 50%. Esto es en el oeste de Jujuy y Salta, todo Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Juan, San Luis, Mendoza, La Pampa, Córdoba, Entre Ríos, centro y sur de Santa Fe y sur de Santiago del Estero.
Lo mismo que en esa zona bonaerense se espera en la Patagonia cordillerana. Mientras que el resto del país se reparte entre una menor anomalía pluvial (a la baja), en el centro del territorio argentino, y normalidad en el norte.