El primer caso autóctono de viruela símica se confirmó en el municipio de San Isidro, en el norte del conurbano bonaerense, donde un joven de 22 años presentaba síntomas de la enfermedad. Luego de los exámenes realizados en el Instituto Malbrán, de la Ciudad de Buenos Aires, se corroboró la presencia del virus.
El joven, sin antecedentes de haber viajado al exterior, quedó aislado en su domicilio hasta que responda favorablemente al tratamiento para curar, fundamentalmente, las habituales lesiones cutáneas. En consecuencia, se trata del primer caso autóctono de la viruela símica desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara la emergencia a nivel internacional.
La enfermedad puede transmitirse por exposición a gotitas exhaladas (respiratoria) y por contacto de lesiones cutáneas infectadas (inclusive relaciones sexuales) o materiales contaminados. El periodo de incubación puede oscilar entre 5 a 21 días, mientras que los síntomas más comunes son la fiebre, el dolor de cabeza, dolores musculares, ganglios linfáticos inflamados, escalofríos y agotamiento, acompañados por erupciones.
Como se dijo, la OMS emitió el alerta tras la identificación de una nueva variante del virus conocido como Mpox. Es por esto que se requieren esfuerzos coordinados de los países para controlar su propagación, promover la consulta de la comunidad ante síntomas, la detección oportuna y el diagnóstico de casos en los servicios de salud para su control y seguimiento.
Los síntomas de la viruela del mono son fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, decaimiento e inflamación en los ganglios linfáticos, y se caracteriza por la aparición de erupciones o sarpullido en la piel, ampollas pequeñas con contenido líquido claro o amarillento, o costras. Las lesiones se observan con mayor frecuencia en la cara, manos y genitales, pueden ser dolorosas y manifestarse tanto de manera aislada como en grupo, también pueden aumentar de tamaño hasta unirse.
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