Kogan, Soria y Torres, los tres ministros de la Suprema Corte
Kogan, Soria y Torres, los tres ministros de la Suprema Corte
CUATRO CARGOS SIN CUBRIR

Vuelve la danza de nombres para las vacantes en la Suprema Corte

Tras la jubilación de Genoud, quedaron tres ministros en funciones. Distintos sectores empujan candidatos. El equilibrio que hace Kicillof.

Para los funcionarios del Ejecutivo bonaerense, el primer paso tendiente a allanar el camino para la cobertura de las vacantes que existen en la Suprema Corte se dio en la última sesión del Senado cuando se aprobaron 46 pliegos para la designación de jueces y fiscales. 

Cerca de Axel Kicillof sostienen que aún resta el OK para otra tanda de nombramientos que, creen, podrían salir en breve. Luego comenzaría la negociación formal para completar la estructura de funcionarios del alto tribunal. 

En las últimas horas el tema volvió a escena con la aceptación de la renuncia de Luis Genoud como ministro de la Corte bonaerense para acogerse a los beneficios jubilatorios. Con esa salida, ahora son cuatro las vacantes, ya que antes se habían retirado Eduardo De Lázzari y Eduardo Pettigiani. Se sumaron al fallecimiento del ministro decano, Héctor Negri. 

Los ministros que quedaron en funciones son Sergio Torres, Daniel Soria e Hilda Kogan. Y como los integrantes originales deben ser siete, se incorporó de forma permanente la presidente del Tribunal de Casación, Florencia Budiño, para tener un número de miembros que le permita a la Corte funcionar. 

La danza de nombres para cubrir las vacantes es amplia. Pero primero, el gobernador Axel Kicillof debe resolver dos cuestiones. La primera, si enviará pliegos para cubrir todos o algunos de los cargos. Y en segunda instancia, cómo los distribuirá entre los distintos sectores políticos para que cada uno de ellos formule sus propuestas. 

Una de las pocas certezas que existe es que el gobernador pretende que, si son cuatro las propuestas que finalmente se acuerden, dos correspondan a candidatas mujeres. Sectores del radicalismo bonaerense transitan por el mismo camino. De hecho, en las últimas horas varias legisladoras nacionales y provinciales se juntaron en las escalinatas del edificio del alto tribunal para levantar esa bandera. 

En el caso de la UCR, hay nombres de mujeres en el bolillero. Pero también, de candidatos hombres. 

La proliferación tiene que ver con la certeza que tienen los radicales de que al menos uno de los candidatos será propuesto por el partido centenario.

Uno de los nombres en danza es el de Marina Sánchez Herrero. Actual concejal de Mar del Plata, integró el Consejo de la Magistratura y es la esposa del presidente del Comité Provincia, Maximiliano Abad. No es el único. En las últimas horas otros sectores partidarios salieron a empujar la candidatura de la platense Claudia Milanta, presidenta de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo de La Plata e integrante de la Junta Electoral bonaerense. 

El nombre del exconsejero de la Magistratura, Miguel Piedecasas, también aparece en el bolillero radical. Al igual que Carlos Balbín, quien fuera procurador del Tesoro durante el gobierno de Mauricio Macri. En el caso del PRO, desde antes de fin de año venía trascendiendo la versión de que se impulsaría a Andrés Soto, juez de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial de La Plata. 

Ese nombre surgió cuando el PRO no afrontaba la descarnada interna entre Mauricio Macri y Patricia Bullrich. No está claro ahora si la mayoría de ese partido empuja esa postulación. 

Hay un escenario posible que ya contó este diario y que podría cambiar el panorama de la negociación global: que el actual Procurador, Julio Conte Grand, pueda ser promovido para integrar la Corte. Conte Grand llegó a ese cargo estratégico durante el gobierno de María Eugenia Vidal en reemplazo de María del Carmen Falbo. Apenas asumió, Axel Kicillof buscó desplazarlo, pero todos los intentos terminaron naufragando. Ahora existen versiones en el sentido de que algún sector del PRO podría avalar ese movimiento, aca so, con el guiño de sector del oficialismo, que podrían así quedarse con la Procuración. Por ahora, esa alternativa sigue teniendo categoría de versión, aunque muy extendida en ámbitos políticos bonaerenses. 

De concretarse, hay quienes dicen que Kicillof podría impulsar un nombre propio o cederlo a uno de los otros dos actores de peso en la interna oficialista: Cristina Kirchner y Sergio Massa. En medio de esos movimientos, el nombre que se menciona con más firmeza para la Corte desde el kirchnerismo es el de la investigadora de CONICET, Marisa Herrera, hermana de la bailarina Paloma Herrera, muy cercana a la expresidenta.

En las últimas horas, además, comenzó a trascender el nombre del juez platense Claudio Bernard. Antes, Kicillof deberá hacer equilibrio en la propia interna oficialista. Cerca de Massa también reclaman un lugar y se especula con que el gobernador empujará su propio candidato. 

Esas necesidades acaso terminen ajustando al PRO, si no se concreta el mencionado movimiento que involucra a Conte Grand. Es que el partido fundado por Macri promovió durante el gobierno de Vidal al actual ministro Sergio Torres, el último que ingresó al máximo tribunal de justicia de la provincia. 

En medio de todos estos movimientos, Kicillof tiene otro cargo para ofrecer: el de Subprocurador. Un espacio que quedó vacante no hace tanto tiempo tras la jubilación de Juan Ángel de Oliveira.

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