El gobierno bonaerense está terminando de definir un paquete de proyectos que pretende que la Legislatura apruebe en las dos semanas que restan para terminar el año. En medio de la falta de certezas respecto de las variables económicas nacionales por parte de la flamante administración de Javier Milei, en la Provincia ya dan por descontado que el debate del Presupuesto 2024 se postergará.
Esa primera definición da paso a otras, puntualmente, a las necesidades de Axel Kicillof para encarar un año que asoma por demás complejo. Y en ese renglón aparece en primer término la ley Fiscal.
La necesidad de incrementar los recursos propios surge como una premisa ineludible, más aún cuando desde la Casa Rosada ya se anticipó que la motosierra pasará por los recursos “discrecionales” que la Nación gira a las provincias. En este año la mayoría de los contribuyentes tuvo subas de impuestos que rondaron el 40 por ciento. Ese ajuste quedó fuertemente desfasado por la inflación que concluirá 2023 en guarismos cercanos al 190 por ciento y la gran incógnita es saber de cuánto será el ajuste ahora.
Fuertes aumentos
Frente a ese escenario se especula con que la Provincia meterá mano tanto en el Inmobiliario, la Patente y diversas categorías de Ingresos Brutos. La otra cuestión en danza y que termina impulsando un intento de trámite parlamentario rápido es la necesidad del Gobierno provincial de comenzar a recaudar.
Este año la primera cuota del Inmobiliario y el pago anual venció en febrero. En marzo, en el caso de la Patente. De ahí que la Provincia requiera tener aprobados los cambios a la ley Fiscal lo antes posible.
No sería la primera vez que la ley Impositiva se aprueba escindida del Presupuesto. Ya ocurrió en diciembre de 2019 en el arranque de la gestión de Kicillof, en medio de una fuerte polémica entre el oficialismo y Juntos por el Cambio.
Existen otros dos asuntos de interés para Kicillof que seguramente formarán parte del paquete que buscará que le apruebe la Legislatura. Uno de ellos es la autorización para tomar deuda en pesos por hasta 150 millones de dólares. Esta iniciativa estuvo a punto de aprobarse, pero al final naufragó en medio de la interna de Juntos por el Cambio y la pulseada por las deudas que el gobierno provincial mantiene con municipios opositores.
Según trascendió, el gobierno bonaerense insistiría con este tema. También, con la extensión de la emergencia económica que había incluido en el proyecto fallido de endeudamiento.
Otras cuestiones en disputa
Existen al menos otros dos temas de interés de la Provincia. Uno es la reforma a la ley de Ministerios para consagrar la eliminación de la Jefatura de Gabinete decidida por Kicillof cuando se ventiló el escándalo protagonizado por Martín Insaurralde.
La otra iniciativa es la designación del presidente del Banco Provincia. El Senado debe avalar la continuidad de Juan Cuattromo al frente de la entidad y se espera que el Ejecutivo envíe el pliego de designación.
Respecto del Presupuesto, como se dijo, la idea oficial es desensillar hasta que aclare. En el Ejecutivo afirman que tenían avanzado su definición antes del balotaje, pero el resultado electoral que determinó la derrota del oficialismo y las medidas de ajuste anunciadas por la Casa Rosada cambiaron todos los planes. También pesó, se afirma, la falta de certezas sobre algunas variables económicas centrales para diseñar el proyecto como la inflación o el crecimiento proyectado de la economía.
El nuevo gobierno de Javier Milei tiene resuelto trabajar en 2024 con el Presupuesto prorrogado de este año. Al menos desde el arranque del ejercicio, Kicillof imitaría esa decisión y recién podría enviarlo a la Legislatura entre enero y febrero, de acuerdo a lo que se especula.
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