Patricia Bullrich cerrará su campaña en Lomas de Zamora, la patria chica de Martín Insaurralde, el protagonista del corrupto “yategate”.
PANORAMA BONAERENSE

La Provincia, el teatro de operaciones clave para el tramo final de la campaña

Si hay un escenario codiciado por la dirigencia nacional para esta última semana de campaña, es el que está montado en la Provincia. En un territorio que concentra nada menos que el 37 por ciento del padrón nacional, las apuestas serán fuertes y las presencias, notorias.

Patricia Bullrich acaba de hacer un gesto fuerte con impacto en territorio bonaerense. El hecho de anticipar que Horacio Rodríguez Larreta será su jefe de Gabinete en caso de que acceda a la Presidencia apunta a generar un gesto sobre aquellos votantes que en las PASO se inclinaron por el alcalde porteño y que ahora navegan en la encrucijada de apostar dentro del espacio o buscar otras opciones.

La dirigente de Juntos por el Cambio parece obligada a explorar un doble juego: insistir sobre los hechos de corrupción que achaca al kirchnerismo para procurar mostrarse como la alternativa más potable para terminar con el ciclo K y, al mismo tiempo, trabajar contrarreloj para terminar de zurcir los retazos de la coalición opositora.

Ese movimiento es de crucial importancia en la Provincia, no sólo por lo que consiguió Larreta sino fundamentalmente por lo que había logrado cosechar Diego Santilli, que finalmente terminó derrotado por estrecho margen por Néstor Grindetti en la pelea por la Gobernación.

El gesto de Bullrich que algunos dirigentes se lo habían pedido para el día después de las Primarias, llegó recién ayer. No obstante, fue saludado por dirigentes de toda la coalición que valoraron el gesto aperturista.

Esa reacción de la candidata presidencial puede que esté certificando lo que muestran diversas encuestas: que no estaría logrando retener las adhesiones que obtuvo Larreta.

Hay quienes apuestan a que podría aparecer otro anuncio inminente para congraciarse con un sector del radicalismo que parece más alejado de la dirigente del PRO. Ayer se especulaba con una oferta al jujeño Gerardo Morales para que también sea parte de su equipo si logra acceder a la Casa Rosada.

En esa línea por mostrarse como la mejor versión del antikirchnerismo frente a la oferta de Javier Milei, Bullrich tomó otra decisión: cerrar su campaña en Lomas de Zamora, la patria chica de Martín Insaurralde, el protagonista del polémico “yategate”.

Axel Kicillof observa todos estos movimientos con cierta dosis de prevención. En su entorno creen que el caso Insaurralde puede que tenga algún impacto sobre la elección bonaerense, pero que no alcanzará la magnitud necesaria como para torcer el rumbo y poner en riesgo la reelección del mandatario.

Por las dudas, el Gobernador no tiene previsto pisar Lomas de Zamora. Esa decisión tiene que ver con que resulta difícil calibrar el peso del “yategate” y la incógnita dio paso a otros movimientos: trabajar fuertemente en algunos distritos muy puntuales del Conurbano como para compensar un eventual derrape en la patria chica de Insaurralde, la segunda comuna de más peso electoral del Gran Buenos Aires.

Acaso como para generar un gesto hacia los votantes propios e insuflarlos de mística movilizadora, el cierre de campaña del oficialismo será el martes en la cancha de Arsenal, en coincidencia con el Día de la Lealtad peronista.

Esa movida en la que hablarán Kicillof y Sergio Massa, tendrá dos condimentos importantes: no se prevé que asista Cristina Kirchner, que mantendrá hasta el final su no participación, al menos desde lo público, en la campaña.

En cambio, estará su hijo Máximo, envuelto en tensiones permanentes con el Gobernador, agigantadas tras la salida forzada de Insaurralde. Acaso termine subiendo al escenario, algo que no ocurrió en la movida que se desarrolló hace algunas semanas en Ensenada. Un gesto de unidad en tiempo de descuento y en el territorio donde se librará la batalla central de estos comicios.

Javier Milei parece convencido de que está asomando sus narices a una victoria nacional amplia el domingo que le permita eludir el ballotage. En su equipo sostienen que un puñado de puntos lo están separando de ese viaje sin escalas rumbo a la Casa Rosada. Y el resultado que obtenga en la Provincia resulta clave.

En territorio bonaerense el líder de La Libertad Avanza registró apenas un 24 por ciento de los votos y quedó tercero, pero los libertarios aseguran que Milei tuvo un fuerte crecimiento. Tanto, que señalan que ha puesto a su candidata a gobernadora Carolina Píparo, en una supuesta pelea palmo a palmo con Axel Kicillof. “Estamos entre 3 y 4 puntos abajo y esta última semana es decisiva”, acotan.

Los libertarios apostarán fuerte en el Conurbano en este último tramo. Las caravanas harán foco en Lomas de Zamora y Moreno. En el primero de los distritos, por una cuestión obvia y se relaciona con Insaurralde.

La lectura central que hacen en La Libertad Avanza es que la aventura amorosa en Marbella impactó sobre el oficialismo y que su sector es el que tiene en sus alforjas el imán más potente para captar ese descontento.