Las sospechas empiezan a ganar terreno. Su sustento no anida en la imaginación de dirigentes sensibles: se apoya en profusos antecedentes que dejaron estampados sucesivos procesos electorales. Es un dato del que empieza a hablar cada vez más la política bonaerense y que tiene que ver con el compromiso que la dirigencia territorial que pondrá en juego sus distritos en octubre, asumirá con los candidatos nacionales de sus propios espacios.
¿Los intendentes peronistas del Conurbano empujarán a Sergio Massa o buscarán primero asegurarse sus reelecciones apelando a viejas artimañas como repartir la boleta de otros presidenciables? ¿Qué harán los alcaldes de Juntos por el Cambio que están en esa misma situación? ¿Asumirán un compromiso total con Patricia Bullrich?
Todos esos interrogantes cruzan el escenario del principal distrito del país empujados por la figura de Javier Milei. Fue el candidato más votado en las Primarias a nivel nacional y tercero en la Provincia, pero las estimaciones que manejan unos y otros es que por efecto del voto a ganador u otros factores que tienen que ver con la profundización del deseo de cambio de un importante sector de la sociedad, el líder libertario parece con chances de seguir creciendo.
La posibilidad de que buena parte de los intendentes oficialistas y opositores busquen esquivar el empuje libertario municipalizando la elección, es decir, apostando todo a sus reelecciones sin poner todo el empeño para empujar a los presidenciables o directamente desentenderse de su suerte, empieza a adoptar un formato que excede la levedad de la versión.
La inquietud viene en aumento. En el equipo de Sergio Massa se observa esta circunstancia con suma atención. Para el candidato oficialista, levantar sus acciones en la Provincia es clave para el objetivo de ingresar al balotaje. El tigrense dispensa mimos y garantiza fondos a los alcaldes en busca de que nadie se corte solo.
Axel Kicillof viene trabajando en esa misma dirección. Acaba de abrir una línea de recursos para que los municipios puedan pagar el bono de 60 mil pesos a sus empleados que anunció Massa. En varias reuniones, el Gobernador bajó línea en ese sentido y advirtió sobre el “salto al vacío” que podría significar para las comunas un eventual triunfo presidencial de Milei.
En Juntos por el Cambio se respira un ambiente similar. Hay intendentes y candidatos a serlo que quedaron con chances de ganar distritos, inquietos porque creen observar que el efecto Milei estaría impactando fuerte sobre Patricia Bullrich. Observan lo mismo que sus pares del oficialismo: que podrían terminar perjudicados en el caso de que la ex ministra de Seguridad no logre colarse en el balotaje. La inquietud, en estos casos, incluye una cuestión adicional: que un posible arrastre de la boleta presidencial de Milei termine haciéndoles perder distritos en manos de algún libertario bien posicionado o del peronismo producto de la división del voto opositor.
Un eventual corte de boleta inducido o espontáneo en favor de los jefes distritales tampoco sería una situación inusual para Juntos por el Cambio. Los casos, como ocurre en el peronismo, se han repetido en varios distritos. De hecho, en las Primarias del mes pasado, tres alcaldes del PRO fueron “campeones” del corte: Diego Valenzuela (Tres de Febrero), Julio Garro (La Plata) y Pablo Petrecca (Junín). Una coincidencia más: este trío iba atado a la boleta de Horacio Rodríguez Larreta, que justamente perdió la interna con Bullrich.
COMENTARIOS