Axel Kicillof saca cuentas. Cree que si la maquinaria del peronismo bonaerense trabaja a pleno y logra que su gestión se plebiscite, en octubre puede crecer 4 puntos. De los 36 que obtuvo en las Primarias pasar a 40, que le aseguraría al oficialismo, estima, un objetivo doble: su propia reelección y el ingreso al balotaje de Sergio Massa.
La expresión de deseos del Gobernador se asienta sobre antecedentes electorales que indican que el PJ logrará mejorar su cosecha electoral entre una elección y la otra. Se verificó en 2021 cuando la lista entonces encabezada por Victoria Tolosa Paz se arrimó tanto a Juntos por el Cambio que Diego Santilli, que si bien había triunfado con cierta holgura en las PASO, terminó ganando por el canto de una uña.
Ese registro acaso ahora deba enfrentar una realidad distinta. Sergio Massa es candidato presidencial y el ministro de Economía de un Gobierno nacional que buscará ser reelecto en medio un complejo escenario. A pocos días de los comicios aparecerá el índice de inflación de septiembre.
En términos políticos hay otra diferencia sustancial: no estaba en escena la figura de Javier Milei. La amenaza del líder libertario impone un reto adicional al oficialismo, que ha visto perder un fuerte caudal electoral en barriadas pobres del Conurbano justamente a manos del economista.
No pareció casual que en su reingreso a la campaña bonaerense, Massa y Kicillof le hablaran ayer a ese mismo segmento social, al advertir que una eventual poda de ayuda estatal en la subvención de pasajes llevaría el valor del boleto de colectivos a 700 pesos. Ese combo de cuestiones acaso ponga un techo al eventual crecimiento electoral de Unión por la Patria. Pero cerca de Kicillof estiman que llegar a la meta del 40% no es un objetivo desmedido ni tan alejado de la realidad.
Milei también se prepara para dar una batalla a todo o nada en la Provincia. Tanto, que el 80% de sus actividades proselitistas tendrán como epicentro el territorio bonaerense. En su equipo de campaña creen que el líder libertario tiene mucho para crecer en el principal distrito del país donde obtuvo el 24% de los votos, 6% debajo de lo que consiguió a nivel nacional.
La mayoría de las bajadas de Milei serán en sintonía con Carolina Píparo, su candidata a gobernadora. Los libertarios se abrazan a la esperanza de darle batalla a Kicillof. La estrategia será polarizar con el Gobernador y aprovechar que Juntos por el Cambio estaría viendo erosionada la base electoral que consiguió en las Primarias, donde quedó a poco más de tres puntos del actual mandatario. Envalentonados, los libertarios aseguran que, incluso, se quedarán por lo menos con la senaduría nacional por la minoría, cargo para el que postulan al economista Juan Nápoli.
En Juntos por el Cambio todas las miradas apuntan a Patricia Bullrich, a lo que haga y al giro que le está imprimiendo a su campaña en busca de retomar la iniciativa. Esos movimientos condicionan a Néstor Grindetti, su candidato a gobernador. Mientras Bullrich, que busca frenar la sangría y cierto derrame electoral, debe diferenciarse mostrando un equipo de gobierno. Su entorno espera que el nombre de Melconián no sea la única ficha que juegue.
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