Se viene el desdoblamiento
Hay dos fechas marcadas en el calendario de Axel Kicillof. Por ahora son tentativas, pero quizás comiencen a cobrar volumen a medida que se acerque la etapa de definición de candidaturas en el Frente de Todos. Los domingos 24 de septiembre y 1 de octubre son los días que se barajan en Casa de Gobierno para que se realicen las elecciones generales en la Provincia si es que finalmente prospera el plan de despegue nacional y se adelantan los comicios para gobernador e intendentes.
Lo que parecía poco probable hace algunas semanas, ahora va tomando cuerpo. El propio Kicillof empezó a hacer mención al tema con mayor énfasis, al punto que consideró que un desdoblamiento electoral permitiría discutir el perfil de Provincia que quieren los bonaerenses.
Esta alternativa que asomaba como una idea nacida de algún laboratorio de excéntricos, empieza a ganar volumen por diversos factores. La falta de un candidato presidencial taquillero surge en principio con elemento central. La figura de Sergio Massa, que parecía contar con el beneplácito del kirchnerismo, empieza a desgajarse en sintonía con los datos de inflación que difunde el propio Gobierno a través del Indec.
Algunos funcionarios que circulan por la Gobernación sostienen que la figura de Massa inevitablemente comenzará a sufrir una erosión. Acaso también, empiece a perder el favor de quienes lo veían como candidato casi indiscutido. “Además, Sergio nunca dijo que quería ser”, añaden, aunque el tigrense soltó algunos indicios en las últimas horas.
La inflación es clave. El oficialismo no puede mostrar un nombre taquillero para la pelea presidencial. Hay quienes incluso cerca de Kicillof no descartan el escenario tan temido: que el Frente de Todos pueda terminar tercero detrás de Juntos por el Cambio y Javier Milei. Ese eventual cuadro produce escalofríos porque inevitablemente terminaría por arrastrar al Gobernador a la derrota. Otro motivo demasiado importante para acunar el desdoblamiento.
En Casa de Gobierno siguen observando otros asuntos: el comportamiento electoral que se registra en las provincias (la mayoría) que decidió adelantar las elecciones a gobernador. En buena parte de ellas los oficialismos revalidaron títulos, incluso aquellos mandatarios peronistas que se abrazaron al presidente Alberto Fernández. La idea de poder discutir gestión más allá de los pesares de la economía, es otro motivo que parece empujar al cambio de calendario.
Toda esta ingeniería en diseño tiene una condición determinante: que Cristina Kirchner se mantenga en su postura de no ser candidata ni a presidenta ni a senadora nacional por la Provincia. Si la Vicepresidenta cambiara de opinión, el plan de desdoblamiento quedaría en el archivo. Habría acaso que tomar en cuenta un hecho que se produjo hace algunos días: la decisión de la gobernadora de Santa Cruz Alicia Kirchner, de adelantar los comicios en su provincia. ¿Será un anticipo de que efectivamente Cristina no se anota en la carrera?
En la oposición no aparecen posiciones unificadas respecto de esta medida que pudiera adoptar Kicillof. Hay sectores de Juntos por el Cambio que se tientan con leer que se trataría de una jugada de última instancia del Gobernador que los podría terminar beneficiando. Básicamente, porque sin la boleta presidencial de Milei en el cuarto oscuro, el candidato a gobernador del líder libertario (cuyo nombre aún es una incógnita) perdería empuje. Concluyen en que sería un mano a mano entre el candidato a gobernador del espacio que surja de las Primarias y Kicillof.
Antes, la coalición opositora debería saldar varias cuestiones. Sigue en veremos la definición respecto del candidato que Patricia Bullrich pondrá en la cancha para enfrentar a Diego Santilli, el nombre de Horacio Rodríguez Larreta para la Provincia.
Virtualmente descartada la idea de que haya un candidato único para la Provincia, habría en marcha un movimiento sigiloso que involucra a María Eugenia Vidal y al dirigente de su espacio Cristian Ritondo, que se sumó al sector de la ex ministra de Economía. El ala dura del PRO le estaría exigiendo a la ex mandataria que se pronuncie abiertamente por Bullrich, definición que le abriría la puerta a Ritondo para que se convierta automáticamente en el contendiente de Santilli.
Habrá que ver si Vidal avanza en esa dirección y abandona su equidistancia entre los dos precandidatos presidenciales. Mientras tanto, Bullrich mantiene en la cancha a Javier Iguacel, Joaquín De La Torre y Néstor Grindetti. A la espera, acaso, de que alumbre aquella definición.