PANORAMA PROVINCIAL

Dardos que Kicillof pretende esquivar

Cerca de Axel Kicillof se aferran al pragmatismo político que indica, casi como una verdad revelada, que el Frente de Todos solo tiene sentido de existir si sus actuales piezas logran sostener el encastre que ha quedado malherido tras los enfrentamientos que aún se cocinan bajo el manto del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Que no asoma otro destino que mantener esa unidad si el objetivo trazado pasa, como le gusta definir al Gobernador, por evitar que “el neoliberalismo vuelva al poder”.

La premisa de tragar saliva y seguir se aplica, además, a su propio destino político. Kicillof ya no disimula que buscará ir por la reelección en 2023 pese a las intenciones de algunos de sus socios políticos como La Cámpora y sus intendentes asociados, de avanzar resueltamente sobre la Provincia para quedarse en poco menos de dos años con el Ejecutivo bonaerense.

En el reducido sector de confianza del mandatario no descartan que esa eventual candidatura tenga que atravesar, acaso, un tamiz interno de exposición en las urnas. “Sería raro que alguien que está ejerciendo el gobierno deba revalidarse en las Paso. Pero si eso es lo que se decide, ahí estaremos”, prometen. 

Cerca de Kicillof creen que, aun debiendo atravesar ese trance, corren con una ventaja: de los nombres que podrían anotarse en la carrera por el Frente de Todos, ninguno aparece a priori con mejor imagen que el Gobernador.

Aquella fisura abierta entre el gobierno de Alberto Fernández y el tándem Cristina Kirchner-La Cámpora, no se hace visible en forma expuesta en la administración bonaerense. Pero obliga a Kicillof a tolerar algunos movimientos y declaraciones subidas de tono, como la que formuló su ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque. El “Cuervo”, lugarteniente de Máximo Kirchner, cuestionó con severidad el “silencio” del Gobierno nacional frente a los piedrazos de que fue blanco el despacho de la vicepresidenta en el Senado mientras la propia Cristina encabezaba una reunión con Máximo y otros senadores de su confianza.

Kicillof se solidarizó con Cristina antes de que Larroque se pronunciara. Pero no cruzó la barrera del cuestionamiento liso y llano a la Casa Rosada.

Ocurren, en medio de estos tiroteos políticos, algunas cuestiones si se quiere, llamativas. La que involucra a la diputada nacional Agustina Propato, esposa de Sergio Berni, es una de ellas. El ministro de Seguridad bonaerense anunció con bombos y platillos que dejó de pertenecer al kirchnerismo. Fue incluso más allá cuando planteó que Cristina Kirchner ya no era su jefa política. Sin embargo, a la hora de la votación en la Cámara baja, Propato se plegó a la estrategia de La Cámpora y votó en contra del acuerdo con el FMI.

 En medio de todos estos movimientos da vueltas el rumor que parece ir ganando certezas: aquél que da cuenta de que la vicepresidenta terminaría encabezando la boleta de senadores nacionales por la Provincia. Sobre esa presunción aparecen tempraneras especulaciones. Una de ellas, que el Frente de Todos podría habilitar Primarias para las categorías de presidente y gobernador con el objetivo doble de contener las diferencias y potenciar la postulación de Cristina. Una alquimia con formato de “X” electoral que articularía sobre la figura de la actual vicepresidenta.

En medio de esos tironeos, el Gobierno provincial debe resolver cuestiones urticantes. “No hay espacio para el ajuste”, sostienen algunos funcionarios. Pero asoman un aumento en las tarifas y el revalúo de propiedades, que podría impactar sobre el valor del Inmobiliario.

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