Un jubilado fue asesinado para robarle un anafe eléctrico. Se llamaba Bernardo Paredes (73) y estaba en la habitación que alquila a metros del Riachuelo y de la autopista Camino Negro, en Ingeniero Budge (Lomas de Zamora).
Fueron los vecinos los que escucharon los golpes y los gritos. Preocupados por Bernardo, llamaron a la policía y se presentó en el lugar un patrullero con integrantes del Grupo Táctico Operativo (GTO) para ver qué pasaba.
Cuando los agentes llegaron, el ladrón escapó y el jubilado estaba tirado en el piso, gravemente herido. Como no tenía DNI, tuvieron que trasladarlo al Hospital Allende sin saber de quién se trataba.
Según fuentes policiales, ya tenía antecedentes por hurto y se trataría de un adicto que ingresó al domicilio para robar algo que pudiera haber dentro del Fiat Palio de la víctima, estacionado dentro de la propiedad compartida. Como no pudo, se retiró y volvió a ingresar a la vivienda media hora después. Fue entonces que se cruzó con Bernardo, forcejearon e hirió al jubilado en el cuello con un tenedor y con un cuchillo a la altura de las costillas, confirmaron fuentes de la investigación.
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