A un año de pandemia de COVID-19 y la cuarentena estricta que obligó a los comercios a cerrar sus puertas, excepto a los considerados esenciales, los miembros del sector se refirieron a los distintos recursos que utilizaron para reinventarse, las nuevas formas de vender productos y las expectativas de cara a un 2021 con inflación y costos altos para la producción.
“La presión impositiva no ayuda”
Carolina Rojo es la presidenta de la Cámara comercial de Lincoln y, en diálogo con Democracia, destacó que “hay rubros que aún se encuentran muy afectados, ha habido muchos cierres, la disminución de la actividad provocó esto. Lo que nos manifiestan los comerciantes es que la presión impositiva tampoco ayuda, entonces muchos tuvieron que cerrar aunque las actividades se hayan flexibilizado. Realmente, la situación aún es difícil”.
“Nosotros, desde la Cámara, primero trabajamos con las entidades locales y con las instituciones que nos representan a nivel provincial y nacional, para que los comercios puedan trabajar. También dimos capacitaciones de venta electrónica y, en eso, el comerciante se ha adentrado en ese mundo, antes les costaba muchísimo y ahora se prestan más a la venta online, mucho en redes sociales como Instagram o Facebook. Nosotros lanzamos una aplicación que está funcionando pero vemos que a la gente le cuesta salir de lo que es la red social, entonces brindamos capacitaciones online de venta electrónica por redes”, indicó Rojo.
Por otro lado, la titular de la Cámara se refirió a la ayuda brindada al comerciante y dijo: “Hemos acercado a los comercios con necesidad al sistema bancario, tuvimos reuniones con entidades bancarias y hoy somos parte del consejo consultivo del Banco Nación; tratamos de agilizar préstamos que los haga salir de una urgencia, muchos comerciantes lo necesitaron, más allá de las ayudas del Estado. Se necesita trabajo administrativo para gestionar esos créditos, entonces estamos asistiendo” y añadió: “Creemos que hubo ayuda del Estado pero no es suficiente, se dictan medidas para cuidar el trabajo del empleado, que estamos de acuerdo, pero más allá de eso no dictan medidas para cuidar el empleo, mantener la fuente laboral. Tenemos los mismos impuestos que había antes de la pandemia y el comerciante no puede afrontar eso muchas veces. Vemos que llueven requerimientos de los entes recaudatorios, ARBA, AFIP, y no dan respiro al comerciante y al prestador de servicio, necesitan tiempo para recuperarse y no inspección tras inspección”.
“La incertidumbre es enorme, no sabemos si mañana pueden trabajar o no, eso genera incertidumbre y no se puede proyectar, afecta a las decisiones que se toman. En otra situación el comercio podría decidir una inversión, una ampliación, apostar, pero en esta situación es imposible. Todos tratan de estar con recaudos y mantener el empleo y la fuente de trabajo”.
“La pandemia aceleró el comercio online”
El gerente de Comercio, Industria y Producción de General Viamonte, Marcos Rodríguez, señaló que “en Los Toldos no hemos tenido problema de cierre de locales, se han reinventado, las tiendas de ropa, al no tener eventos o consumo de fines de semana, empezaron a traer otro tipo de prendas para la gente que estaba en su casa. Se reinventaron y lo pasaron, se van reactivando muy de a poco”.
“El año pasado hicimos cursos que antes se hacían de manera presencial y venían entre veinte y treinta comerciantes, los hicimos virtual y focalizamos en cómo vender por WhatsApp o redes sociales, los hicimos por Zoom. También hubo otra capacitación abierta en las redes sociales en la que dimos tips para vender en Instagram, publicar y que tenga llegada, contratamos a una persona especializada y estuvo muy bueno. Lo hicimos abierto al público, pagamos la publicación para que llegue a mayor cantidad de comerciantes de Los Toldos y la zona”, apuntó Rodríguez.
Por otro lado, el gerente señaló que “la pandemia aceleró cinco o diez años lo que es el comercio electrónico; había resistencia, decían que no era el momento, abrían los locales y publicaban en redes pero no con tanto profesionalismo, lo venían haciendo pero se hicieron profesionales con la pandemia. Todo el mundo adelantó el proceso de homebanking, los comerciantes entendieron que debían captar a sus clientes por WhatsApp o redes sociales, a aquellos que no iban a sus comercios”. Y agregó: “La venta presencial no se va a perder, la gente de a poco está volviendo a los comercios, al paseo de ir a ver sus prendas y hablar con los comerciantes amigos. No tenemos que perder de vista que hay un público que mira las redes desde el celular y comprar desde ahí, los jóvenes están en las redes, hay que incorporar eso”.
“Seguramente la segunda ola va a venir, esperamos que el comercio pueda tener el horario, trabajar en paz, que no se corte. El comerciante ya conoce las medidas de cuidado”, dijo Rodríguez a este diario, al tiempo que añadió: “La ayuda del Estado fue satisfactoria, tienen que apoyar al comercio, no había otra manera. En estos momentos de pandemia nunca es suficiente, aunque estuvo bien”.
“Un comercio solo con vidriera no sobrevive”
En lo que respecta a Chacabuco, el presidente de la Cámara de Comercio e Industria local, Andrés Capuzzi, detalló que “el comercio y la industria se encuentran con costos operativos mucho más altos en relación con el inicio de la pandemia; hoy los costos de producir y abrir un comercio son mayores que hace uno, dos o tres años atrás. El punto de equilibrio, que le llamamos a esa cantidad de unidades que se tienen que producir o vender para cubrir los costos fijos y variables, está cada vez más alto. Muchas industrias producen igual cantidad de productos pero con costos más altos y hasta con pérdida”.
“El apoyo del Gobierno fue de corto plazo para paliar la situación específica en la pandemia. El apoyo debe ser a mediano y largo plazo, según como se plantea la macroeconomía de acá a varios años”, dijo Capuzzi.
Por otro lado, añadió: “Se adelantó lo que es el comercio electrónico, muchos comerciantes se fueron sumando y otros deberían sumarse para sobrevivir: hoy un comercio con vidriera por sí solo no sobrevive. A muchos les cuesta, entienden la situación, la única realidad es subirse a la venta electrónica. No es fácil subirse, a muchos les resulta difícil, pero el comerciante que vende a través de plataformas electrónicas tiene costos comparativos muy inferiores a los de los comerciantes de vidriera y así van a sobrevivir más a situaciones complejas”.
“Gran parte del comercio se resiste a la venta electrónica, los que mejor se manejan son los que trabajan en negro, que traen productos de afuera, sin factura, como es la única vía que tienen para vender, lo saben hacer muy bien. Otros se quedan en la comodidad de la vidriera esperando a que la gente entre y eso no es el futuro, ni siquiera es el presente. Ojalá se sumen a las plataformas”, añadió Capuzzi.
“No tenemos buenas expectativas para este año, va a haber inflación cercana al 40%, las tarifas van a subir, los salarios reales van a bajar, el consumo entonces va a ser menor. En febrero hubo 13% menos de consumo de alimentos en relación con febrero de 2020”.
En cuanto al cierre de comercios, el presidente de la Cámara apuntó que “hubo cierres en el centro y hubo traslados de comercios a sectores más alejados para poder bajar los costos. No todos pueden pagar el alquiler en zona céntrica, en la primera cuadra de la avenida Alsina de Chacabuco hay más vidrieras vacías que cubiertas. Arriesgar para alquilar ahí sería asumir un riesgo muy importante”.
“Necesitamos la reactivación del consumo”
Por su parte, Carolina Olguín, titular de UCISerPA, indicó a Democracia que “el sector comercial y de producción fue el más golpeado, si bien hubo esenciales que pudieron seguir trabajando, en general está costando reflotar. Ese es el panorama que tenemos hoy. Mientras haya desequilibrio, tampoco estamos seguros de lo que se puede venir. Tenemos ganas de vender y producir más, había faltantes y cosas que no han ayudado en este contexto. Cayó el consumo, a todos nos está costando salir de esto, por eso necesitamos reactivación, es lo más importante, lo estamos esperando y que sea continua y buena para todos”.
“Hemos tenido acompañamiento del Gobierno, el crédito a tasa cero del comienzo lo veníamos pidiendo y se obtuvo con la pandemia, acompañamiento para pagar sueldos, ayuda a empresarios para mantener los puestos de trabajo. Algunos tienen deudas y eso se tendrá que ver cómo ayudar, si no hay reactivación de consumo va a ser difícil salir”, dijo Olguín y agregó que “se aceleró el tema de las ventas por Internet, no estábamos preparados para vender online, comprábamos en otros lugares pero acá no vendíamos por ese medio; veníamos trabajando desde UCISerPA pero cuesta adaptarse a ese sistema”.
En cuanto a la perspectiva para 2021, Olguín dijo: “Tenemos expectativas de que esto cambie, por momentos parece que se reactiva y por momentos no, así que esperamos que se reactive. Los sueldos de la gente no son los mejores y entonces no pueden comprar otra cosa que no sea lo esencial. Necesitamos que haya consumo” y agregó que “ocurrió también que la gente buscó alternativas y empezó a trabajar desde sus casas, sin controles ni reglamentación, sin estar inscriptos ni pagando impuestos. Eso se va a tener que controlar. Tiene que haber igualdad entre los comerciantes”.
COMENTARIOS