La situación del esposo de la diputada provincial Carolina Píparo, Juan Ignacio Buzali, se complicaba en las últimas horas tras haber atropellado y herido a dos jóvenes motociclistas en La Plata, luego de culparlos de haberlos asaltado.
Abogados de los jóvenes pidieron la detención de Buzali, mientras la Policía intentaba dar ayer con imágenes de cámaras de seguridad privada que muestren el robo denunciado por la pareja. Hasta el momento, no se habían podido detectar las imágenes del asalto que habría sufrido el matrimonio en la puerta de la casa del padre de Buzali en la calle 47, entre 15 y 16.
Es por eso que la fiscal del caso, María Eugenia Di Lorenzo, solicitó el secuestro de imágenes de cámaras de seguridad de viviendas aledañas.
En tanto, mientras concejales platenses del Frente de Todos pidieron la renuncia de Píparo como secretaria de Asistencia a la Víctima y Políticas de Género del municipio, la legisladora bonaerense de Juntos por el Cambio se refirió al hecho como "un accidente" sufrido cuando con su esposo perseguían a personas a los que creyeron reconocer como los que los habían asaltado.
En la misma línea, el abogado Fernando Burlando, quien patrocina a la diputada provincial, calificó el hecho como "un incidente de tránsito" y destacó que Píparo "no conducía el vehículo".
Los letrados de los dos jóvenes heridos pidieron la detención de Buzali por "doble homicidio en grado de tentativa", pero Burlando consideró que "es exagerado pensar que intentó matar a una persona".
No obstante, Burlando reconoció en declaraciones radiales que hubo "un acto negligente, imprudente, con impericia".
Ayer, Píparo cargó contra los ediles que está haciendo "politiquería" con su pedido de renuncia al considerar que son los mismos que "hablan de lawfare, del principio de inocencia y que son cultores del garantismo".
Píparo, de 44 años, perdió su bebé por nacer en julio de 2010 al ser baleada durante una salidera.
Las víctimas de la agresión, que no tienen antecedentes, no estaban armados y tenían los papeles en regla, resultaron ser Luis Lavalle, de 23 años, y un chico de 17, quienes señalaron que habían acudido a presenciar la tradicional quema de muñecos gigantes que se celebra en La Plata cada fin de año.
LA PLATA
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