El eMule es un programa para intercambiar archivos con sistema P2P que ha sido descargado más de 300 millones de veces desde que fue creado, el 13 de mayo de 2002. La modalidad es simple: millones de clientes se conectan a uno de los servidores del sistema para obtener los servicios de red, conexión que permanece abierta mientras el cliente esté en el sistema y permite bajar cualquier archivo que se encuentre disponible en la computadora de otro usuario, quien, a su vez, habilita su propia información para lo mismo. Música, documentos, películas; todo se comparte. También pornografía infantil de la considerada severa, con sexo explícito de menores de entre 4 y 10 años, como máximo.
Con la mira puesta en este sistema en particular, la Agencia Nacional de Inteligencia de Brasil viene realizando desde 2017 operaciones llamadas “Luz de Infancia”, que hacen un seguimiento de los usuarios que comparten esta clase de material, en ese y otros países.
En agosto de 2020 la justicia argentina recibió un pedido de colaboración y coordinación para impulsar una investigación internacional de nuevos objetivos y trabajar en conjunto con las autoridades públicas de Brasil, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Panamá y Paraguay, dando origen a la operación “Luz de Infancia VII”.
Catorce usuarios bonaerenses
En la Argentina, puntualmente, se notificó de la existencia de 42 usuarios de redes P2P que iniciaron la descarga de 1.112.423 archivos registrados como material de abuso sexual infantil. De ese total, 14 usuarios están radicados en la provincia de Buenos Aires, , cuyos domicilios fueron allanados de manera simultánea con los registros que se hicieron en el país y el resto de los países.
En la capital bonaerense, con la intervención de las fiscalías 15, a cargo de Cecilia Corfield, y 18, de Hugo Tesón, policías de la DDI La Plata irrumpieron en una casa del casco urbano y otra en Olmos y demoraron a dos personas.
En una de las viviendas viven dos hermanos, aunque el usuario del servicio sería el de 37 años, a quien no se le conoce actividades ni trabajo, excepto el de “descargar y compartir unos 500 archivos de pornografía infantil por día, en su mayoría videos”, dijeron fuentes judiciales. La última vez que ingresó al sistema fue el jueves. En la otra propiedad también identificaron al usuario, estableciendo además que la titular del servicio “falleció hace dos días”.
En ambos registros se secuestraron, en total, seis celulares; un gps; 12 cd’s con material pornográfico y dos pen drive; una cámara fotográfica; cinco notebook; y dos discos rígidos. Todo este material será peritado en los próximos días, aunque los investigadores que pudieron ver algunos archivos no dudaron en calificarlo de “espeluznante”. En principio, estaría descartada la producción local de esos videos, aunque eso recién podrá confirmarse con la revisión de todo lo incautado.
En el interior provincial
El resultado de los otros 14 operativos realizados en el territorio bonaerense fue similar: terminaron con ocho detenidos y el secuestro de material informático y de almacenamiento digital, trascendió de las mismas fuentes.
Casi la totalidad de los usuarios son hombres adultos jóvenes, que viven con sus padres o solos. En uno de los procedimientos uno de ellos preguntó por lo bajo: “¿Qué pena tiene este delito?”.
Los procedimientos en la Provincia se hicieron en las ciudades de La Plata, Mar del Plata, Morón, Lomas de Zamora, San Isidro, Bahía Blanca y Mercedes.
El resto de los domicilios registrados se localizan en la ciudad de Buenos Aires, las provincias de Córdoba, Chaco, Santa Fe y Entre Ríos. “Son usuarios detectados en nuestro país, que facilitaron a través de plataformas P2P como eMule y Kazaa material de abuso sexual infantil”, confirmó uno de los investigadores que trabajó en Luz de Infancia VII.
Los operativos fueron coordinados por el Cuerpo de Investigaciones Judiciales, que depende de la fiscalía y con el apoyo de la Policía de la Ciudad, Policía Bonaerense y fuerzas nacionales.
El Código Penal reprime con penas de prisión de tres a seis años al que “produjere, financiare, ofreciere, comerciare, publicare, facilitare, divulgare o distribuyere, por cualquier medio, toda representación de un menor de 18 años dedicado a actividades sexuales y de 4 meses a 1 año al que a sabiendas tuviere en su poder representaciones como esas”. Contempla también penas de 6 meses a 2 años para el que tuviere material con fines inequívocos de distribución o comercialización. Todas las escalas se elevarán en un tercio en su mínimo y en su máximo cuando la víctima tiene menos de 13 años.
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