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Kicillof destacó: “Los acreedores de Wall Street reclaman por la deuda que nosotros no tomamos”.
VENCE EL PLAZO DE RESPUESTA

Bonistas deciden si aceptan la propuesta del gobierno provincial

Si no hay acuerdo, el Estado bonaerense entraría en default el 5 de febrero. Pero hasta esa fecha podría estirarse la negociación. Versiones sobre propuestas alternativas.

Hasta hoy al mediodía los tenedores del bono BP21 tendrán plazo para contestar la propuesta del gobierno bonaerense de diferir el pago de 250 millones de dólares para el mes de mayo.
El vencimiento operó el día 26, pero la Provincia propuso un acuerdo a los acreedores frente a la imposibilidad, aseguran los funcionarios, de hacer frente a ese pago que corresponde al capital del título que fue emitido en 2011 pero que Axel Kicillof debe afrontar en el arranque de su mandato.
De no haber consentimiento, el Estado bonaerense no ingresará automáticamente en cesación de pagos, ya que existe un plazo adicional hasta el 5 de febrero. En ese lapso, podría alumbrar algún entendimiento que evite el default. 
Frente a un primer intento fallido de cierre con la mayoría de los bonistas -la Provincia debe reunir el OK del 75 por ciento de ellos-, Kicillof resolvió ofertar a los acreedores pagar por anticipado los intereses que devenga el bono, en un intento por seducirlos.
Pero hasta el momento no existen señales claras en relación a una posible aceptación, en medio de diversas versiones que hablan de una contrapropuesta de los bonistas para que la Provincia al menos cancele en parte el vencimiento de la cuota del capital como “gesto de buena voluntad”.
Esos trascendidos se cruzan con otros que transitan por el mismo sendero y que hablan de la posibilidad de que un grupo de bancos privados que operan en el país aporten los recursos que la Provincia asegura no tener pagar efectuar la cancelación.
En medio de esos tironeos aparece la mirada de la Nación. Es que para los mercados el desenlace de esta negociación es importante porque podría condicionar el diálogo posterior que ensayará la administración de Alberto Fernández con los acreedores nacionales. “Si hay acuerdo en la Provincia, será más fácil”, interpretan los analistas.
Pero en el gobierno bonaerense aseguran que no tienen los recursos para hacer frente al compromiso. En medio de un fuerte hermetismo, no se descarta una salida intermedia, tal como viene planteando un sector de los bonistas.
En tanto, ayer, Kicillof volvió a referirse a la negociación. “Los acreedores de Wall Street reclaman por la deuda que nosotros no tomamos”, sostuvo, y destacó que las prioridades del gobierno bonaerense “son la salud, el trabajo, la educación y las condiciones sociales”.
El gobernador estuvo en Brandsen donde inauguró un Centro de Atención Primaria (CAP).
“Ahí está puesto nuestro compromiso. Tenemos una enorme deuda como gobierno, pero la principal es con los y las bonaerenses y por eso estamos poniendo a la salud en este lugar”, apuntó.
El acto de puesta en marcha del centro de atención primaria de la salud se llevó a cabo en el Barrio las Mandarinas, donde Kicillof estuvo acompañado además por el ministro de Salud provincial, Daniel Gollan, y el intendente radical Daniel Cappelletti.
Para el gobernador, “el sistema de salud tiene deficiencias por falta de comunicación, de articulación e integración que generan problemas graves”, por lo que a veces “no se requiere de dinero sino de organización, calidad en objetivos y presencia del Estado provincial”.
“El Estado debe estar presente para ayudar a los municipios a que puedan sacar el mayor jugo a los recursos porque nos debemos a un solo actor, que es el pueblo de la provincia”, dijo y evaluó que “la salud no pide ficha de afiliación, ni carnet electoral porque es un tema que afecta a todos”.
El mandatario expuso que la importancia que una administración otorga al área de salud debe reflejarse “en hechos y acciones” porque no se trata “de un tema electoral, político, o de un servicio que se puede brindar mejor o peor, sino de un derecho”. 
“Cuando ese derecho no es satisfecho, cuando no se convierte en una realidad, no es que fracasó la política o los funcionarios, es que la dirigencia no está cumpliendo su obligación”, indicó.

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