Mara Sist, de 25 años, después de haber sufrido lo que define como “un calvario”, con vivencias de violencia física y psicológica, se animó a denunciar ante la Justicia al causante de las agresiones que debió soportar, un jugador de rugby del Club Universitario, de 26 años, cuyas iniciales son F. F., al que sindica como la misma persona que fotografió y subió a redes sociales a otra chica, Narella, en escenas íntimas sin su consentimiento.
“Después de haber vivido lo que viví -cuenta- no pude más que solidarizarme con Narella. Primero publiqué en las redes la situación que yo había vivido con la misma persona que le habría sacado las fotos a ella, a partir de lo cual comenzaron a llegarme innumerables mensajes de mujeres que habrían sido víctimas de esta misma persona. Tomé la decisión de denunciarlo penalmente por mí, por Narella, y por otras chicas que también pudieron haber sido víctimas y temen hablar”.
Acompañada por su padre y por su abogado, el doctor Lautaro Slpizer, Mara no teme a hablar. “En mi caso estuve casi tres años en relación de pareja (con F. F.) y si resistí tanto tiempo fue por miedo, porque es una persona violenta. Sufrí daños físicos en más de una oportunidad, e incluso existen audios en los que él mismo reconoce haber destrozado mi casa”.
Entre las agresiones sufridas, Mara habla de “violencia de género, maltratos, violencia verbal, amenazas y hasta ahorcamientos”, como otras situaciones “donde violó mi domicilio y me produjo diversos daños materiales”.
“En su momento -añade- pedí una restricción perimetral que también violó. Fue en una fiesta y pedí que se retirara del lugar porque no podía estar en ese lugar, y lo que hizo fue insultarme delante de todos”.
La relación con Narella
En su denuncia, Mara Sist describió también todo lo sucedido con Narella. “Por una decisión que tomó junto a su familia -señala el doctor Slpizer, quien patrocina tanto a Mara como a Narella- Narella decidió no presentarse. De todos modos, formalizamos con el testimonio de Mara una denuncia por ‘coacción’ y ‘amenazas’ contra el grupo de rugbiers y, además, se acusó a dos de ellos de ‘abuso sexual’”.
A la hora de describir este hecho, el abogado relató que “Narella fue fotografiada en la creencia de que estaba en un ámbito íntimo, sin saber que había una persona sacándole fotos, con lo cual la persona que tenía relaciones con ella sabía que estaba presente un tercero. En ese acto sexual estaban participando tres personas sin que la víctima supiera, no fue un acto que ella consintió”.
En esa línea, interpretó que “el acto verdadero no fue un acto voluntario, porque hubo un engaño, con lo cual podría haber un delito de abuso sexual, lo cual verá el fiscal si coincide con este pensamiento. Porque está más que claro que el acto sexual no fue de la manera que ella lo esperaba, no fue lo que ella consintió”.
Slpizer también afirmó que en la denuncia consta la difusión de las imágenes íntimas en grupos de WhatsApp por parte del grupo de jugadores de la “U”. “Eso no quedó ahí, sino que fue subido a grupos de WhatsApp, y para risa de los demás hicieron stickers y hasta lo pusieron de portada del grupo”, describió.
“No sabemos si eso después se difundió a innumerables personas. El daño puede ser gravísimo y no sabemos hasta dónde llega. Un montón de chicas han vivido situaciones de este tipo con este mismo grupo, y yo creo que la Justicia las va a escuchar”, dijo el abogado.
En la denuncia penal formulada por Mara Sist, en tanto, en la que une su caso con el de Narella contra la misma persona, apela a las figuras de violencia de género, desobediencia, violación a la intimidad, posible abuso de índole sexual y coacción, solicitando medidas de prueba y restricción perimetral para ambas.
COMENTARIOS