La rueda de la campaña electoral ya empezó a rodar y en Cambiemos bonaerense, ahora Juntos por el Cambio, están diagramando una campaña en algún punto artesanal. No porque vaya a existir austeridad de recursos sino por una lógica de focalización, de búsqueda del votante puntual, en base a un exhaustivo mapeo territorial y la cruza de datos y algoritmos de supuesta notable precisión. María Eugenia Vidal hará una campaña basada en la segmentación del votante. O, en rigor, en la segmentación de la demanda de los sufragantes. “Se trata de localizar los temas que demandan determinados segmento de habitantes, procesarlos internamente en nuestro equipos y devolverles las propuestas de la gobernadora a través de contactos directos de Vidal, pequeños videos filmados por ella o mensajes de Whatsapp. Se basa mucho en conocer el territorio, buscar el insumo para la candidata y elaborar la mejor manera de que comunique cómo satisfacer esa demanda”, explica un hombre del comando de campaña del oficialismo.
La segmentación supone una suerte de ordenamiento por temas, localizar qué actores de la comunidad manejan esos ítems y qué funcionarios o dirigentes de Cambiemos están a la altura de la mejor “devolución”.
Desde el punto de vista estratégico, esta metodología reemplazaría a los llamados timbreos, esa forma de campaña permanente “casa por casa” que se hizo habitual en el oficialismo durante los primeros tres años de gestión pero que fue pasada a retiro a medida que caía la ponderación social del presidente Mauricio Macri, sobre todo en el Conurbano.
Se trata de localizar los temas que demandan determinados segmento de habitantes, procesarlos internamente en nuestro equipos y devolverles las propuestas de la gobernadora a través de contactos directos de Vidal, pequeños videos filmados por ella o mensajes de WhatsApp.
Algunos ejemplos del razonamiento que persiguen los equipo encabezados por el jefe de gabinete provincial y mandamás de la campaña, Federico Salvai, y su tocayo y ministro de Asuntos Públicos, Federico Suárez:
-El tema de las pequeñas y medianas empresas es una obsesión en el comando de campaña. Muchas pymes, en efecto, fueron golpeadas por la crisis económica nacional, algunas al punto del cierre. A ese micro universo, de gran presencia en el Gran Buenos Aires, apuntarán el ministro de Economía, Hernán Lacunza, y Magdalena Aguerre, titular del Fondo de Garantías Buenos Aires (Fogaba). Se trata de contener al emprendedor, escucharlo, trazarle líneas a futuro, explican.
-Las políticas de género son un sub-tema importante que, por lo que se vio hasta ahora, el vidalismo, que tiene a una mujer como jefa política, lo abordó sin estridencias. Daniela Reich, actual senadora provincial por la Primera Sección y ex subsecretaria del área en el gabinete de Vidal, es la cara elegida para llevar la cuestión.
-Hay dos nichos de votantes especialmente sensibles y que Vidal, en silencio, viene trabajando hace rato. Nunca se dirá en público, incluso se negará, pero los vidalistas notan que esos representantes tienen una buena empatía con la gobernadora pero expresan cierto rechazo a la figura de Macri. Se trata de la relación con los cultos, en especial el católico y los evangélicos. Y las colectividades de inmigrantes.
La Provincia difundió ayer que son 669.676 los extranjeros habilitados para votar en tierra bonaerense, según la Junta Electoral. Sólo en La Plata, hay casi 41 mil. Los extranjeros sólo pueden votar categorías provinciales, lo que incluye a los postulantes a la gobernación.
El secretario general de la Gobernación, Fabián Perechodnik, fue designado como encargado de armar un plan de relacionamiento con esos extranjeros, en sintonía con cada intendente o dirigente distrital, y con los líderes católicos y evangelistas. Básicamente pastores, curas y obispos que, en 2015, fueron aliados silenciosos de Vidal en contra de Aníbal Fernández.
En el medio, claro, estuvo la decisión de la Casa Rosada de impulsar el debate en el Congreso nacional por la despenalización del aborto que, más allá de que terminó con una votación en contra de esa idea, dejó cierta mella en la relación con esos actores encumbrados y buena parte de la feligresía.
Obviamente el mensaje segmentado vinculado a la educación lo manejará el titular de esa cartera, Gabriel Sánchez Zinny (“Más direccionado a los padres que en los docentes y enfocado en la idea de un cambio de paradigma”, explican las fuentes), lo referido al agro, un frente que el vidalismo define como “no conflictivo”, recaerá en manos del ministro del área, Leonardo Sarquís, y lo relacionado a Salud lo piloteará Andrés Scarsi.
Con Macri, el principal postulante del oficialismo, Vidal tiene una agenda compartida en la Provincia. Le han dado a ella, cuya imagen es más alta que la del Presidente, la titánica tarea de ganar su propia reelección y ayudar a levantar la ponderación del candidato presidencial. Aunque a esta altura es historia antigua, han llegado facturas de La Plata a la Rosada por aquel veto a la idea de desdoblar la elección para votar antes por el cargo a gobernador.
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