En una concatenación de episodios confusos el municipio de la ciudad de La Plata confirmó que dio marcha atrás con la decisión de reincorporar a la inspectora que el miércoles había denunciado haber sido despedida luego de que circularan en la Comuna videos suyos de alto voltaje erótico. En un giro de 180 grados, la administración de Julio Garro se retrotrajo y decidió sostener la medida inicial del despido, aunque negó que sea por la difusión de videos eróticos de la joven, sino que lo fue por el “alto ausentismo” de la empleada.
El intendente, Julio Garro, afirmó que la cancelación del contrato “no fue por una cuestión personal de ella, como inicialmente se pensó, sino porque me informaron que el año pasado fue a trabajar la mitad de las veces y permitirlo es un mal ejemplo y una injusticia para los que sí trabajan”.
Por eso, y pese a que el miércoles la administración municipal había decidido darle a la mujer “otra oportunidad” y readmitirla, fue el propio jefe comunal el que ordenó cambiar de opinión y sostener la baja.
La otra versión
Se trata de la situación que denunció Sonia Pellizzari (28), quien se desempeñaba como inspectora de oficina franquista en la secretaría de Control Ciudadano y que esta semana fue despedida luego de que -según contó- funcionarios del palacio municipal accedieran a un video privado que muestra uno de los shows eróticos de alto voltaje que la mujer realizó para una página web especializada para la que trabaja.
Pellizzari había afirmado que cuando pidió explicaciones por su despido, en su área de trabajo le dijeron que los videos eran el motivo. Sin embargo, desde la municipalidad insistieron en afirmar que se dio marcha atrás con la decisión de reincorporarla por la cantidad de ausencias que constan en su registro (al ser franquista, la mujer trabaja sábados, domingos y feriados).
Consultada por la prensa, Pellizzari, que dijo ser inspectora desde hace ocho años, admitió sus inasistencias, pero también insistió en que ese no fue el motivo que le explicaron sus superiores cuando ella recibió el telegrama de interrupción de su contrato. “Ellos consideran que mi actividad privada afecta la imagen de la municipalidad”, señaló.
El miércoles la mujer se había mostrado “indignada”, y contado que desde hace dos años trabaja en forma paralela como modelo de “web cam” (esto es brindar shows por Internet) y siempre lo había realizado de forma reservada. “Alguien con muy mala intención les acercó un video mío de dos minutos que es muy difícil de conseguir, no es un video viral. Lo obtuvo alguien que estuvo en esa página web o que sabe muchísimo de computación”, advirtió.
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