El amague de Vidal que incomoda a la Rosada y acelera la disputa por la Gobernación en el PJ
La amenaza que mantiene María Eugenia Vidal de adelantar el proceso electoral bonaerense no solo genera tensiones en el oficialismo. La idea de la mandataria es resistida por la Casa Rosada donde creen que ese plan podría perjudicar las chances de reelección de Mauricio Macri.
Cerca de Vidal sostienen lo contrario: juzgan que un triunfo anticipado de la candidata de Cambiemos en el principal distrito del país potenciará la postulación del Presidente.
Añaden otra cuestión: que el peronismo hoy no tiene candidato bonaerense y que la posible victoria oficialista en junio, debilitaría las chances presidenciales de Cristina Kirchner, justamente, en la provincia donde mejor mide.
Ese tire y afloje comenzó a llegar a las costas de la oposición. El peronismo no es inmune al amague oficial, básicamente, porque aún con la enorme precariedad que rodea el proyecto, varios dirigentes creen que no habría que descartar el adelantamiento. Por lo menos, el escenario de discusión que plantea Vidal obliga a ensayar definiciones y adelantar los tiempos.
De hecho, ya empujó a algunos dirigentes a blanquear sus pretensiones. Otros, todavía prefieren apelar a la estrategia de que sean dirigentes de su sector los que empujen sus nombres como una forma de preservarse frente a imprevistos cambios de planes.
Pero sea cual fuere el modo, la primera quincena de enero dijo adiós aportando una dosis de mayor certeza en relación a quiénes podrían ser los competidores de la actual mandataria.
El peronismo no es inmune al amague oficial, porque varios dirigentes creen que no habría que descartar el adelantamiento.
En el peronismo existe una corriente liderada por intendentes del Conurbano que no quiere dejar pasar el tren. Ese sector busca “facturar” su poder territorial para imponer un nombre propio.
Estos alcaldes juegan bajo el esquema de Cristina Kirchner pero, al menos por ahora, resisten una eventual imposición que llegue desde las porteñas oficinas del Instituto Patria.
El candidato de ese grupo tiene nombre y apellido: Martín Insaurralde.
El nombre del intendente de Lomas de Zamora se venía mencionando en privado, pero en los últimos días varios de sus colegas salieron -aún no se sabe si fue con su venia- a colocarlo en la grilla.
El primero fue Gabriel Katopodis (San Martín). Y ayer el que buscó dotar de más volumen a ese proyecto del peronismo territorial fue el histórico intendente de Saavedra, Hugo Corvatta.
“Nosotros consideramos que el próximo candidato a gobernador tiene que ser un intendente”, dijo Corvatta, y consideró que Insaurralde es “uno de los hombres que tiene más conocimiento por su trayectoria, juventud, accionar y la buena gestión que ha llevado adelante en Lomas”.
Insaurralde deja correr el operativo instalación que ensayan sus pares. Pero en el peronismo se dice que el alcalde sólo estaría dispuesto a competir por la Provincia en un esquema de elecciones unificadas.
Si Vidal consiguiera el aval de Macri para desdoblar las elecciones, Insaurralde optaría por eludir esa confrontación mano a mano y concentrarse en la reelección en Lomas de Zamora.
En esa incipiente puja por la Gobernación aparece Axel Kicillof.
Dicen, con el aval de Cristina Kirchner. Pero el ex ministro es rechazado por la mayoría de los intendentes del PJ del Conurbano que sueñan, como se dijo, con tener un nombre propio al frente de la fórmula bonaerense.
El ahora diputado nacional se encargó de subirse al escenario. Kicillof admitió su posible candidatura a gobernador al afirmar que “no hay que correrse de desafíos como éste”.
“La provincia de Buenos Aires es un distrito con un potencial enorme y capacidad de generar riqueza, central para el desarrollo y el federalismo del país. Creo que hay muchísimo por hacer”, comentó.
El ex ministro de Economía se enfrenta, en principio, a un acuerdo de convivencia que Máximo Kirchner cerró con varios intendentes del Conurbano que, justamente, empujan a Insaurralde. El hijo de la ex presidenta encabezará la lista de diputados nacionales por la Provincia. Y ese pacto incluiría no poner obstáculos para que el PJ territorial se quede con la candidatura a la Gobernación. Pero la última palabra, claro, la tendrá Cristina.
Se dice además que Verónica Magario, la intendenta de La Matanza, también se anotará en la carrera. Pero quienes conocen sus intenciones aseguran que la “demora” en apretar el acelerador tiene que ver con que en su entorno descreen de que las elecciones bonaerenses se terminen haciendo en junio.
¿Y Sergio Massa? Se lo menciona como el candidato de la “unidad”. Pero hoy, esa síntesis del PJ K y el Peronismo Federal parece lejana.