Con las primeras luces del día de hoy, una fuerte tormenta eléctrica con abundante lluvia, fuertes vientos y caída de granizo, comenzaba a azotar gran parte de la provincia de Buenos Aires y la región Noroeste, además de La Pampa, sur de Córdoba y Santa Fe.
Dentro del territorio bonaerense, la ciudad de Pehuajó se vio seriamente afectada por el temporal que se registró con más fuerza a media mañana.
Según informaron desde el Servicio Meteorológico Nacional, hasta el mediodía habían caído 104 milímetros de agua que dejaron casas, autos y calles inundadas.
En la emergencia trabajaron el cuerpo de bomberos de Pehuajó, que tuvo 42 salidas para asistir a la gente y a los vehículos atascados en las calles.
Granizo en La Pampa
El granizo caído en las últimas tormentas afectó alrededor de 6.000 hectáreas en la provincia de la Pampa y generó importantes pérdidas económicas, denunció Federación Agraria Argentina (FAA) en esa área.
FAA compartió imágenes en redes sociales que mostraron el estado en el que quedaron los cultivos en las localidades pampeanas de Embajador Martini, Quemú Quemú y Colonia Barón.
"La cosecha fina a levantar y cosecha gruesa implantada en crecimiento, pasturas, infraestructura, camionetas y maquinarias dañadas suman una cuantiosa pérdida económica para un sector que no la pasa de lo mejor y máxime si esos eventos ocurren año a año", expresó FAA en Facebook.
Respecto del fenómeno climático, consignó que "desde hace tiempo toda esa zona se ha convertido en el corredor típico de violentas tormentas y, desde hace años, cascos urbanos afectados y ni que hablar del sector agropecuario que viene siendo castigado por varias temporadas, granizadas cada vez más grandes, fuertes vientos huracanados, excesos de lluvias, inundaciones y también períodos demasiados secos".
Por otra parte, FAA de La Pampa recordó la situación de Ingeniero Luiggi, Alta Italia, Falucho, Ojeda, General Pico y Speluzzi, donde también se registraron grandes piedras por el temporal.
"Para los no vinculados con el sector, seguramente les molestará la preocupación de quienes invierten a cielo abierto, siempre propensos a estos riesgos, y cuando los eventos se repiten por años, la descapitalización y desánimo cunden en el sector primario de la producción de alimentos y divisas que se reparten en toda la sociedad", analizó FAA.
El panorama descripto por la entidad fue desolador: "Hubo maquinarias volcadas por la intensidad del viento, camionetas y tractores aplastados por árboles, vidrios rotos, lotes de trigo trillados por la piedra, maíces y girasoles que prácticamente desaparecieron".
Definió a las consecuencias del fenómeno como "el saldo amargo de una esperanza para muchos de salir de sus deudas o al menos achicarlas".
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