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OPINIÓN

Las conversaciones secretas de Vidal y la oposición para aprobar el Presupuesto

Desde hace varias semanas, la gobernadora María Eugenia Vidal mantiene conversaciones reservadas con los referentes de la oposición para asegurarse la aprobación del Presupuesto 2019 y la autorización de endeudamiento para el año próximo, estimadas informalmente en 100 mil millones de pesos.
Vidal mantuvo reuniones secretas con Sergio Massa, el líder del Frente Renovador que cuenta con un bloque de diputados provinciales de 12 miembros. También, con el grupete de intendentes justicialistas del Conurbano, definidos como “dialoguistas”, que cuenta con 8 representantes en ese recinto.
Con la reciente presentación en el Congreso del proyecto de Presupuesto Nacional las charlas comenzaron a acelerarse. Es que el vidalismo necesitaba tener en claro cómo sería ese esquema de ingresos y gastos para elaborar el propio, que sería elevado a la Legislatura el mes próximo.
Según fuentes del FR y de Cambiemos, en aquellas charlas entre Vidal y Massa el tigrense habría puesto como la prenda de negociación más importante para apoyar el Presupuesto provincial la aprobación de una ley que habilite a los intendentes bonaerenses a separar las elecciones locales de las provinciales y las nacionales.
La idea de Massa es tomar como base –para luego ampliarlo- un proyecto que ya presentaron tres de sus diputados (Rubén Eslaiman, Ricardo Lissalde y Javier Mignaquy), y que ingresó a la Cámara baja el 29 de mayo.
Es una idea destinada a la polémica que, a priori, genera mil resquemores en Cambiemos, donde siempre sospecharán de las intenciones de Massa.
Lo que el de Tigre le “vendió” a Vidal es que, logranda la separación de los comicios comunales, los intendentes del PJ del Conurbano se desvincularán de la suerte de Cristina Kirchner o de quién esta designe como candidato presidencial de su espacio. Eso, supuestamente, se traduciría en un menor compromiso territorial de los jefes comunales con ella.
Uno de los “ganchos” es que el desprendimiento sería optativo para cada distrito. Esto significa que si los más de 60 intendentes de Cambiemos quieren mantener el comicio local el mismo día que el provincial y el nacional, podrían hacerlo, de manera de contar con la tracción del “aparto” político nacional y, sobre todo, provincial.
La idea del massismo, en principio, es dejar vigentes las PASO pero adelantar los tiempos, aunque algunos intendentes del oficialismo pretenden sacarlas. El tigrense le presentó a Vidal un esquema según el cual las Primarias para cargos comunales podrían llevarse a abril próximo y la elección formal de intendentes se realizaría en junio de 2019. El mismo mes en que se cerrarían las candidaturas para cargos nacionales y provinciales, cuyas PASO serían recién en agosto.
Argumento en contra: obligaría al bonaerense a concurrir a las urnas cinco veces en un solo año, si se cuentan las PASO locales y la elección comunal, las Primarias provinciales y nacionales, las elecciones generales y el eventual ballotage nacional.
Argumento a favor, que esgrime Massa: se avanzaría en una real autonomía municipial, un habitual latiguillo de campaña, al punto que el gasto del comicio municipal lo afrontaría la propia comuna.
Massa no lo dice pero, claro, eso favorecería claramente al puñadito de intendentes que le queda al Frente Renovador, que podría municipalizar al extremo sus campañas; y a él mismo, que busca herramientas para contrarrestar ese argumento que le espetan los peronistas cada vez que discuten sobre la figura de CFK. “En mi distrito, es la que más mide; me conviene ir con ella en la boleta”, le dicen.
Hay un dato que no es menor. A principios de mes, Massa se juntó con los intendentes peronistas más dialoguistas. Fue en Escobar. El dato se filtró, acaso a propósito. Fuentes presenciales aseguran que el ex diputado, lanzado a seducirlos políticamente, aseguró tener totalmente cerrado el tema del desdoblamiento con Vidal. En la gobernación de La Plata desmienten que eso sea cierto. Sólo admiten las charlas.
Detalles: la idea que hablaron Vidal y Massa contemplaría que la separación de las elecciones comunales debe ser aprobada por los Concejos Deliberantes. Pero las fuentes discrepan. Los massistas dicen que debería ser por la mitad más uno del total de los concejales y los de Cambiemos hablan de hacerlo por mayoría calificada, algo que siempre es más difícil de conseguir para las oposiciones locales. Se habló, además, de implementar boleta única, ya sea de papel o electrónica. Aunque nunca se aplicó, el sistema está contemplado en la Ley Electoral provincial Nº 5109 (Capítulo XXVII, según modificatoria introducida por la ley 13.082).
Todo esta idea, que a priori podría sonar loca, solo sería posible si Vidal obtiene la aprobación de Mauricio Macri. Hoy no parece factible que tome una decisión así sin un acuerdo con el Presidente. Y deberían reformarse leyes provinciales vigentes clave. Como la Ley Orgánica de la Municipalidades, que en su artículo 4º dice que “las elecciones en los municipios se practicarán en el mismo acto en que se elijan los senadores y diputados”; y la mencionada Ley Electoral, que estipula en su artículo 114º la simultaneidad de los comicios para cargos provinciales y comunales.

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