A partir de noviembre, aquellos comerciantes que vulneren las restricciones en la venta de alcohol en la provincia de Buenos Aires serán sancionados con multas 10 veces más caras. El gobierno de María Eugenia Vidal promulgó este miércoles una reforma a la ley que regula la comercialización de bebidas alcohólicas y aumentó las penas.
El Poder Ejecutivo puso en vigencia una modificación a la ley 11.748 que subió las multas, pero además establece que podrán ser sancionados con arresto de 30 a 90 días y la clausura del local de 30 a 180 días.
La mencionada normativa prohíbe en todo el territorio provincial la venta, expendio o suministro a menores de bebidas alcohólicas de cualquier tipo y graduación, en cualquier hora del día, aún cuando el consumo se realice fuera del local. Y veda la instalación de máquinas expendedoras de bebidas de cualquier tipo o graduación en ámbitos a los que los menores tengan acceso irrestricto. El consumo, además, está prohibido en cualquier local, comercio o establecimiento, aún cuando no las vendan.
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