El abogado de la familia de Anahí, Diego Molea, dio detalles de las pistas que sigue la investigación por el crimen de la adolescente de 16 años, tras cumplirse dos meses de su desaparición.
El cadáver de Anahí Benítez, de 16 años, fue hallado a medio enterrar seis días después en la reserva de Santa Catalina, en Lomas de Zamora. Además de asesinada, había sido violada (se supo después, peritaje mediante). Por el crimen están presos preventivamente Marcos Bazán y Marcelo Villaba. El ADN de Villalba, además, se encontró en el cuerpo de Anahí, por lo que también está acusado de ser quien la violó.
Sin embargo, todavía quedan cabos sueltos y aún no se termina de esclarecer cómo y por qué Anahí fue asesinada. Y, si además de Villalba y Bazán, otras personas participaron en el crimen atroz.
Diego Molea, quien también es rector de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, es el abogado que hace pocos días se puso al frente de la querella. No tiene dudas de que hay más implicados. “Estoy convencido de que hay más involucrados”, dijo.
De la misma manera, tiene la certeza de que Anahí estuvo en la casa de Bazán. Aunque sus amigos, conocidos y familiares hayan testificado lo contrario. Precisamente en esos testimonios estaría la clave: “Hay grandes contradicciones entre los testigos cercanos a Bazán. Tanto en cuanto a la descripción de Bazán y sus conductas como a los movimientos que tuvo en los días en que Anahí estuvo desaparecida”, detalló.
“Lo de Villalba es incontrastable. No sólo tenemos su ADN en el cuerpo de Anahí y el teléfono que le robó, sino que el testimonio de un guardaparque asegura haberlo visto en la Reserva de Santa Catalina”, explicó.
Y en el caso de Bazán, las pruebas que van dejando las pericias van en el mismo camino. Hay un perro rastreador que marcó el camino desde la casa de Bazán hasta el lugar donde fue encontrada semi enterrada Anahí. Una pala que fue encontrada en la casa de Bazán tenía restos de la misma tierra con la que se la enterró a Anahí. Hay una llave que Anahí llevaba como una especie de amuleto, enganchado en una cinta violeta, y que se corresponde con la cerradura de la puerta trasera de casa de Bazán. Hay un audio de Whatsapp entre Anahí y sus amigos, en el que los chicos relatan que están en un lugar, en Santa Catalina, y el detalle coincide con el camino angosto que lleva a la casa de Bazán. “Ojo con ese lugar”, les responde Anahí. Se encontró, entre otros muchos medicamentos en la casa de Bazán, diazepám, un ansiolítico que los investigadores y la Policía suelen llamar “la droga de los violadores”, ya que es altamente utilizada para mantener dopadas a las víctimas; Anahí tenía diazepám en su sangre. En la casa de Bazán y en la sangre de Anahí también se encontraron naftalenos.
“A medida que vamos avanzando en la investigación y que van llegando los resultados de las pericias, van cambiando las hipótesis”, señalaa Molea y confía en pronto llegar a la verdad”.

CASO ANAHÍ BENÍTEZ
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